Qué es la Leishmaniosis y cómo puede afectar a mi perro

Publicado por Team GUAU&CAT en

leshmaniosis perro

La Leishmaniosis es una enfermedad causada por un parásito protozoo llamado Leishmania. El que suele afectar a nuestros perros se llama Leishmania infantum. Aunque es algo un poco desconocido, la leishmaniosis es una enfermedad zoonótica; es decir, que puede llegar a afectar a los humanos, ¡Pero no nos alarmemos, no es lo más frecuente!

¿Cómo se transmite la leshmaniosis?

Este parásito se transmite a través de un insecto, aunque también está en estudio la posibilidad de que se pueda contagiar vía materna (de madre a feto) y vía sexual. Este trasmisor, es un insecto muy parecido al mosquito, llamado Flebótomo. Cuando un flebótomo infectado con Leishmania, le pica a un perro, es cuando se da la posibilidad de que el perrito se contagie. Suele afectar a los perros y no a otras especies porque el sistema inmune del perro tiene una mala respuesta frente a este parásito, y no suele ser capaz de detenerlo a tiempo cuando entra en su organismo. En cambio, no suele afectar a humanos o gatos porque su respuesta inmune frente a la Leishmania es mucho más efectiva (hay casos de humanos y gatos infectados por Leishmania pero suelen ser casos donde tenían el sistema inmune debilitado). Como curiosidad, hay algunas razas de perros que son más resistentes a desarrollar la Leishmaniosis, como el Podenco Ibicenco. Se ha estudiado, y esta raza ha desarrollado una mayor respuesta inmune frente la saliva del flebótomo.

¿Dónde se encuentra?

Esta enfermedad se distribuye principalmente en la zona de la cuenca mediterránea y en zonas de Latinoamérica. Pero especialmente es endémica en muchas zonas de España, como Andalucía, la costa de levante y Cataluña. Debido al cambio climático, al aumento de temperatura y a la mayor presencia de los flebótomos, es una enfermedad que cada vez está más presente y afecta a más perritos de nuestro país.

¿Qué síntomas tiene?

Cuando el flebótomo infectado con Leishmania le pica a un perro, y este no es capaz de frenar la infección, el protozoo entra en su organismo y empieza a infectarlo. El protozoo infecta los macrófagos que son células sanguíneas con funciones inmunitarias, que se encuentran por todo el organismo. De esta forma, las Leishmanias tienen la capacidad de infectar y afectar cualquier órgano y cualquier parte del cuerpo. Por eso, la Leishmaniosis es una enfermedad con síntomas muy variados e inespecíficos, que a veces puede costar identificar.
De entre todos los síntomas que puede traer la Leishmaniosis, los más frecuentes que se suelen detectar en casa en un principio de la enfermedad son: lesiones cutáneas como pequeñas heridas o costras que no curan ni cicatrizan, o zonas sin pelo (alopecia), anorexia o pérdida de apetito y de peso, crecimiento anormal de las uñas (onicogrifosis),… En las visitas y revisiones al veterinario, este también podrá comprobar otros signos que puede mostrar la enfermedad como son fiebre o linfadenopatía periférica (inflamación de los linfonodos, los también conocidos comúnmente como ganglios inflamados),…

Pero como es una enfermedad que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo, también hay casos en los que veremos otros signos como pueden ser cojeras porqué esté afectando a las articulaciones, lesiones o inflamación ocular si el parásito está infectando el ojo, o incluso problemas urinarios y renales si la enfermedad ha avanzado y está afectando a los riñones.

¿Tiene cura?

Desgraciadamente, la Leishmaniosis no tiene cura, pero sí que tiene tratamientos que pueden controlar los síntomas y pueden controlar y reducir mucho el nivel del parásito en el organismo del perro para que este parásito no se esté replicando constantemente y dañando más al organismo del perro. Si la enfermedad se detecta en fases tempranas, será más fácil controlarla y será más fácil evitar que la enfermedad siga progresando y afecte a más órganos o sistemas del organismo. Pero a la vez, la leishmaniosis es una enfermedad que seguirá siendo crónica y el perrito tendrá que llevar controles toda su vida.

Sabemos que existe tratamiento para mejorar la calidad de vida y la esperanza de vida de los perros enfermos, pero lo mejor es ¡que no enfermen! Y para eso, tenemos muchas opciones de prevención de la enfermedad.

¿Cómo podemos proteger a nuestros peludos?

Podemos proteger a los perros de la picada del flebótomo, que es la principal vía de contagio de la enfermedad. Para protegerlos del mosquito tenemos muchos productos repelentes en el mercado, entre ellos algunos como pipetas y collares, y también espray repelentes. Y por otro lado, tenemos otras opciones preventivas como son las vacunas de la Leishmania y algunos fármacos que estimulan el sistema inmune por si la Leishmania entrara en el organismo del perro, que este la pudiera combatir antes de desarrollar la enfermedad. Por desgracia, ninguno de estos métodos, ni los repelentes ni los tratamientos, son efectivos al cien por cien. Debido a esto, lo mejor será que hagamos un plan preventivo de la Leishmaniosis individualizado para cada caso, con ayuda de tu veterinario, ya que cada perrito es un mundo y lleva un estilo de vida distinto. En la mayoría de casos, lo mejor será combinar más de un tipo de tratamiento preventivo. Por ejemplo, la vacunación conjuntamente con un repelente de flebótomo, dos tipos de repelentes para el flebótomo,…

Por último, es muy importante, que aparte de usar tratamientos preventivos, se hagan controles de leishmaniosis anuales. Mediante analíticas nos podremos asegurar que nuestro peludo sigue libre de esta enfermedad. ¿Conocías el riesgo de leishmaniosis que existe en nuestra zona? ¿Ya usas tratamientos preventivos para esta enfermedad?


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