Ansiedad por separación en perros

Categorías : Consejos , Salud y Cuidados

Si has llegado hasta aquí seguramente tengas perro y alguna vez hayas oído hablar sobre la famosa Ansiedad Por Separación (APS). Y es que los problemas emocionales relacionados con la separación en perros son una de las principales razones por las que los tutores buscan ayuda profesional. Estos problemas se manifiestan cuando el perro se queda solo o separado de su figura de apego, lo que puede generar molestias para los vecinos debido a ladridos, aullidos o quejidos excesivos, daños materiales en el hogar, o incluso denuncias.

Aunque algunas familias entienden que su perro sufre en estas situaciones, aún existe el pensamiento, bastante extendido, de que estos comportamientos son una venganza por haberlo dejado solo. Es fundamental que los tutores comprendan que estos problemas son serios y requieren atención profesional y que si no se tratan adecuadamente, pueden deteriorar la relación entre el perro y su tutor, aumentando el riesgo de abandono. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y paciencia, es posible mejorar significativamente la calidad de vida del animal y de su familia. A continuación te dejamos toda la información necesaria para aprender y comprender a los perros que sufren trastornos relacionados con la separación.

¿Qué es la ansiedad por separación en perros?

Los problemas relacionados con la separación son dificultades en la gestión emocional que sufre el perro cuando se queda solo o se separa de su figura de apego. Aunque se suele conocer como ansiedad por separación, es importante que estos trastornos no se confundan exclusivamente con la ansiedad, ya que en muchos casos las emociones implicadas no se consideran ansiosas. Para comprenderlo más fácilmente, a continuación definiremos algunas de las emociones relacionadas con este trastorno: 

  • Ansiedad: Estado emocional negativo caracterizado por la anticipación de una amenaza o peligro potencial. El perro tiene control de la situación. 
  • Estrés: Respuesta fisiológica y emocional ante estímulos externos; aunque puede estar relacionado con ansiedad, pero no son sinónimos.
  • Miedo: Respuesta adaptativa frente a una amenaza, .
  • Fobia: Respuesta de miedo desproporcionada y muy intensa frente a un estímulo.
  • Pánico: Pérdida total del autocontrol por niveles extremos de fobia. Hay riesgo de provocarse lesiones a sí mismo.
  • Frustración: Reacción emocional ante expectativas incumplidas. Por ejemplo, aparece cuándo el perro no puede acceder a su tutor o tener menos opciones por ejemplo de juego.

En estas situaciones, el perro puede llegar a anticiparse a la salida del tutor y empezar a mostrar síntomas antes de quedarse solo. 

¿Qué siente mi perro?

Aunque la convivencia con un perro con esta problemática resulta muy desgastante para el vínculo entre el perro y su tutor, el primer paso para mejorar la situación es comprender por qué se comporta cómo lo hace: :

  • Estado emocional normalmente negativo: el perro experimenta una emoción desagradable y busca huir de la situación, incluso si esto implica poner en riesgo su integridad física. 
  • Percepción de amenaza: que puede surgir de estímulos que el perro ha aprendido a evitar para sobrevivir o de experiencias previas que le han generado emociones negativas.
  • Se anticipa a la situación: el problema no solo ocurre cuando el tutor se va, sino que el perro puede anticiparse a esta separación y comenzar a mostrar signos antes de quedarse solo. Se genera una respuesta adaptativa (para la supervivencia) para una situación que se considera aversiva y el  problema aparece cuándo esta respuesta se vuelve desproporcionada, lo que produce una alteración en los niveles neuroquímicos normales del cerebro del perro. 

En resumen, tu perro no te odia y ni está montando un drama para fastidiarte por haberle dejado solo. La realidad es que se siente sobrepasado y necesita ayuda, comprensión y cariño para mejorar la situación.  

Consecuencias para las familias

Los problemas emocionales relacionados con la separación en perros suelen generar un gran impacto en la vida de sus familias, quienes a menudo enfrentan frustración al no comprender el comportamiento de su mascota, llegando incluso a culpar sus comportamientos como actos de venganza. 

Esta situación puede empeorar por situaciones tan desagradables como denuncias de vecinos, destrozos y daños en objetos de valor en casa y las limitaciones de libertad en los tutores para hacer vida más allá de su perro.

Es por esto que es importantísimo enfocar estas situaciones desde la comprensión y buscar ayuda profesional para tener una visión general que se enfoque en mejorar el bienestar del perro y en fortalecer el vínculo con la familia. 

Sintomas de ansiedad en perros

Los problemas emocionales relacionados con la separación en perros se pueden identificar a través de una serie de conductas que se manifiestan antes, durante y después de quedarse solos. Estas reacciones, que incluyen ladridos, destrozos y cambios físicos o emocionales, reflejan el impacto del estrés y la dificultad del animal para gestionar la ausencia de su figura de apego. A continuación te dejamos el listado con los síntomas: 

Antes de quedarse solo y durante la convivencia: empiezan en cuánto empiezan las rutinas de salida del tutor. 

  • Te persigue por todos lados de forma nerviosa (deja de hacer aquello que le gusta)
  • Es tu sombra
  • Busca contacto o interacción continuados
  • Vocalizaciones (ladridos, aullidos o quejidos)

Durante la salida: cuándo el perro está solo o sin la figura de referencia. Normalmente observamos estos síntomas por videocámara, aunque muchas veces saltan las alarmas por las quejas de los vecinos o destrozos encontrados a la vuelta. Pueden ser continuados durante las primeras horas o todo el rato que el animal se queda solo.

  • Vocalizaciones: ladridos, aullidos y lloriqueos (solos o en combinación). Normalmente en patrones rítmicos. 
  • Destrozos (royendo o rascando con las patas): busca liberar estrés y hasta huir de la situación. Normalmente a mobiliario como molduras, muebles, paredes y sobre todo la puerta de entrada. También objetos personales del tutor o texturas que puedan generar cierta satisfacción al mordisquear (madera, yeso, cojines).
  • Signos físicos de estrés como jadeos, babeo, pupilas dilatadas, temblores, deambulación. También si se rasca, bosteza o se lame de forma repetitiva o continuada.
  • Estereotipias: patrones repetitivos o cíclicos sin un propósito.
  • Cambios en la forma de alimentarse: deja de comer o come de manera ansiosa. 
  • Conductas higiénicas (hacer pis o caca) en múltiples localizaciones y distribuidas por el espacio. Normalmente cerca de puertas y en espacios clave cómo camas o sofás. Derivado del estrés, suele haber varias micciones de tamaño pequeño y las heces suelen tener consistencias blandas o son diarrea. También se suelen encontrar las deposiciones esparcidas por la deambulación continuada. En estos casos, es independiente que el perro haya hecho sus necesidades en el paseo previo a la salida. 
  • Freezing: hay perros que se quedan bloqueados y reducen su actividad.

Es importante tener en cuenta que los casos que se presentan de tipo depresivo, como por ejemplo con una reducción de la actividad, freezing o anorexia no suelen ser detectados con tanta facilidad. 

A la llegada: conductas que aparecen a la llegada del tutor aunque el tiempo de separación haya sido corto.

  • Extremadamente efusivo (aunque el tiempo haya sido corto)..
  • Le cuesta mucho volver a la calma y relajarse.
  • Se muestra miedoso y realiza señales de apaciguamiento (no es por culpabilidad), sino que seguro que lo hemos reñido alguna vez.

Aunque hay muchas señales que podrían indicarnos que nuestro perro está teniendo algún tipo de dificultad en el momento de separación, es muy importante ponerlas en contexto y en caso de duda, contactar con un profesional que pueda evaluar el caso de forma individualizada. 

Causas comunes

Al contrario de lo que muchas veces se ha dicho, no se ha demostrado que haya relación entre las conductas ansiosas y los cuidados y el cariño que se le proporciona al perro. Sin embargo, sí que se ha demostrado que existen una serie de circunstancias o factores que incrementan la tendencia de padecer un trastorno relacionado con la separación:

  • Hiperapego al tutor: intolerancia a no estar con esa persona o personas. Se trata de un vínculo dónde el perro se siente totalmente dependiente y desarrolla un apego inseguro hacia el tutor o tutores. La relación no es saludable y el perro no es capaz de tomar decisiones racionales de forma autónoma. 
  • Experiencias traumáticas: ha habido un episodio aversivo (negativo) cuando estaba solo que desencadena el TRS (Trastornos Relacionados con la Separación). Por ejemplo una tormenta, petardos, etc. O por ejemplo por falta de entrenamiento a la soledad. 
  • Factores genéticos y de crianza: como destetes tempranos, estrés durante la gestación, madre con problemas de gestión emocional.
  • La vida urbana: entornos muy estresantes, sin tiempo para la descompresión y larguísimas jornadas laborales en las que el perro tiene que estar solo.
  • Perros más sensibles o emocionales.
  • Cambios en el entorno del perro, como mudanzas.
  • Cambios en las rutinas, lo que le provoca al perro imprevisibilidad de saber lo que va a suceder y le genera inseguridad, frustración y estrés.
  • Cambios en la estructura familiar: separaciones, niños, defunciones.

Cómo tratar la ansiedad por separación en perros 

Antes de empezar, es crucial recordar que el tratamiento de los trastornos relacionados con la separación en perros requiere un enfoque individualizado y profesional, ya que cada caso puede variar en intensidad, sintomatología y necesidades. Es fundamental encarar estas dificultades desde una perspectiva global, combinando modificaciones en el entorno, técnicas de entrenamiento específicas y, en algunos casos, apoyo farmacológico. Contactar con un profesional de confianza es clave para identificar el origen de la problemática y diseñar un plan individualizado que se enfoque en garantizar el bienestar del perro y su familia. La paciencia, el trabajo duro y la constancia son esenciales para lograr una mejora.

A continuación os dejamos una guía con las pautas generales a seguir para un perro con dificultades en la gestión de los momentos de soledad:

1. Diagnóstico: 

  • Necesitaremos grabaciones para saber qué pasa cuándo el perro está solo, poder valorar la intensidad del problema y hacer un seguimiento.
  • Previamente hay que descartar patologías o causas veterinarias y se tratan. 
  • Se han identificado los estímulos detonantes para los TRS. 

2. Reducción de estrés: Fase en la que se recupera el equilibrio neuroquímico del perro. Los objetivos a cumplir serán:

  • Aplicar el tratamiento farmacológico si es necesario, siempre bajo la supervisión de un etólogo. 
  • Eliminar los factores que causan estrés. 
  • Proporcionar una zona de confort y sueño de calidad.
  • Transformar la relación perro-tutor en un apego seguro. 
  • Modificación del entorno y enriquecimiento ambiental: 
    • Paseos de descompresión con exploración, libertad de movimiento y ejercicio físico moderado. Con tiempo para la socialización, el juego y la relajación.
    • Ofrecer actividades de lamido y la masticación
    • Alimentación de calidad

3. Fase de trabajo: preparación y mejora de las habilidades emocionales del perro para que desarrolle estrategias más pacíficas, gane confianza y autonomía y mejore su tolerancia a la frustración: 

  • Superar retos: aumenta la plasticidad neuronal, mejora la capacidad de concentración y ayuda a ganar seguridad en sí mismos y mejora el autocontrol.  Deben ser asumibles y adaptados a sus características. 
  • Propiocepción: es la capacidad que tiene un perro para conocer la posición exacta de las diferentes partes de su cuerpo en cada momento. Entrenar ejercicios de propiocepción ayuda a aumentar la confianza y la seguridad. Además ayuda a trabajar miedos e inseguridades.
  • Entrenar el olfato: actividad de estimulación mental, que busca cubrir el instinto más básico de la especie e induce a la relajación (baja la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardíaca). 
  • Autonomía: ofrecer actividades y espacios dónde el perro pueda, y decida, estar solo aunque esté acompañado. 

4. Entrenamiento de la salida: se propone un plan pautado de salidas progresivas para desensibilizar y contra condicionar la situación de soledad para el perro: 

  • Terapia de desensibilización a quedarse solo: salidas progresivas
  • Preparación previa del entorno: modificación del entorno y enriquecimiento ambiental.
  • Señal de despedida: marca de me voy y, voy a volver (previsibilidad)

Recuerda que el pronóstico en estos casos puede ser muy variable y suele ser reservado ya que depende de muchos factores, como la intensidad del problema, el compromiso del tutor y la correcta implementación del plan de tratamiento. Aun así, con un enfoque profesional, paciencia y constancia, es posible lograr avances significativos que mejoren el bienestar del perro y su entorno familiar.

Terapias alternativas complementarias

Existen terapias complementarias al trabajo de modificación de conducta que pueden llegar a acelerar el proceso de mejora de los perros con trastornos relacionados con la separación. Es imprescindible que estas terapias no puedan causar efectos negativos o contraindicaciones, por lo que es obligatorio consultar con un profesional antes de su aplicación. A continuación os dejamos un listado de las más comunes:  

  • Alfa-Casozepina: derivado de la caseína, proteína principal de la leche. Puede mejorar la conducta exploratoria y regular el sueño.
  • L-Teanina: aminoácido obtenido del té verde. Ansiolítico, neuroprotector y útil para tratar miedos a estímulos específicos.
  • Triptófano: aminoácido precursor de la serotonina. Suplementar en la dieta puede ser útil, pero deben administrarse con cuidado si se combinan con psicofármacos.
  • Aromaterapia: aceites esenciales como lavanda, camomila y naranja para relajar al perro. 
  • Feromonas: imita las feromonas que emite la madre durante la lactancia. Puede proporcionar confort.
  • Acupuntura: puede ser útil para aliviar el estrés y mejorar el equilibrio emocional.
  • Aceite de CBD: Derivado del cáñamo, ayuda a regular emociones y respuestas al estrés. Es importante consultar con un veterinario para determinar la dosis adecuada y supervisar posibles efectos secundarios.
  • Chaleco Anti Ansiedad (basado en presión constante): ejerce una presión suave y constante sobre el cuerpo del perro. Puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. 

Estas terapias ofrecen alternativas naturales o complementarias para mejorar la calidad de vida de los perros con ansiedad por separación.

Preguntas frecuentes sobre la ansiedad por separación en perros

¿Qué es la ansiedad por separación en perros?

La ansiedad por separación es un trastorno emocional que afecta a los perros cuando se separan de su figura de apego. Puede manifestarse con ladridos excesivas, destrucción de objetos, cambios en el comportamiento e incluso síntomas físicos como jadeos o temblores.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la ansiedad por separación?

Los perros con ansiedad por separación pueden mostrar:

  • Ladridos, aullidos y lloriqueos constantes.
  • Destrozos en muebles, puertas y objetos personales.
  • Signos físicos de estrés: jadeo excesivo, babeo, temblores.
  • Eliminación inadecuada (micciones y defecaciones en casa).
  • Conductas repetitivas como deambular sin rumbo.

¿Por qué mi perro tiene ansiedad cuando se queda solo?

Las causas pueden incluir:

  • Hiperapego al tutor o apego inseguro.
  • Falta de entrenamiento a la soledad desde cachorro.
  • Experiencias traumáticas estando solo (tormentas, petardos, abandono).
  • Cambios en la rutina, el hogar o la familia (mudanzas, separaciones).
  • Predisposición genética o sensibilidad emocional elevada.

¿Cómo puedo ayudar a mi perro a superar la ansiedad por separación?

El tratamiento debe ser individualizado, pero algunas estrategias incluyen:

  • Crear un entorno seguro con enriquecimiento ambiental.
  • Implementar rutinas predecibles para reducir la incertidumbre.
  • Fomentar la autonomía con juegos de olfato y propiocepción.
  • Realizar salidas progresivas para desensibilizar al perro a la soledad.
  • Consultar con un profesional para diseñar un plan adaptado al caso.

¿Es recomendable castigar a mi perro si ladra o destroza cosas cuando está solo?

No. El castigo solo genera más estrés y empeora el problema, y hasta pueden aprender a esconder los destrozos o conductas “incorrectas” para evitar el castigo. La clave es entender la causa del comportamiento y trabajar en su bienestar con un enfoque positivo.

¿Cuánto tiempo tarda en mejorar un perro con ansiedad por separación?

Cada perro es diferente. Algunos mejoran en pocas semanas con el tratamiento adecuado, mientras que otros pueden requerir meses de trabajo. La constancia y el compromiso del tutor son clave.

¿Existen terapias naturales para la ansiedad por separación?

Sí, algunas opciones complementarias incluyen:

  • Feromonas para proporcionar confort.
  • Suplementos naturales como triptófano o L-teanina.
  • Aceite de CBD para regular el estrés.
  • Aromaterapia y acupuntura con efectos relajantes.
  • Chaleco antiansiedad para generar una sensación de seguridad.

¿Cómo puedo prevenir la ansiedad por separación en mi cachorro?

Es clave acostumbrarlo a la soledad desde pequeño con:

  • Salidas progresivas y controladas.
  • Creación de rutinas predecibles.
  • Fomento de la independencia con juegos y descanso en su propio espacio.

¿Cómo calmar a un perro con ansiedad?

Para calmar a un perro con ansiedad por separación es fundamental comprender que no actúa por venganza, sino porque se siente emocionalmente sobrepasado. Se debe reducir su estrés con paseos de descompresión, enriquecimiento ambiental y fomentar su autonomía. Lo ideal es seguir un plan individualizado con ayuda profesional, basado en salidas progresivas y terapias complementarias si es necesario.

¿Adoptar otro perro puede ayudar a reducir la ansiedad por separación?

No suele ser la solución. La mayoría de perros siguen sintiendo ansiedad aunque tengan compañía y pueden provocar estrés o conductas ansiosas al nuevo perro. Antes de tomar esta decisión, es importante evaluar el caso con un profesional.

¿Debo consultar con un profesional si mi perro tiene ansiedad por separación?

Sí, siempre es recomendable contar con el apoyo de un educador canino o etólogo para diseñar un plan de tratamiento adaptado a las necesidades específicas de cada perro.

Conclusión

Para acabar, los trastornos por separación en perros son problemáticas emocionales que afectan tanto al animal como a su familia. Es fundamental que los tutores busquen ayuda profesional para abordar el problema de manera adecuada, ya que con un enfoque personalizado y respetuoso que combine modificaciones en el entorno, entrenamiento y, en algunos casos, apoyo farmacológico, se puede mejorar la situación para conseguir una mejor calidad de vida tanto para el perro como para su familia.

Share