Pedigree en perros
La palabra Pedigree se escucha a menudo cuando hablamos de perros de raza. Y aunque normalmente, se asocia a la pureza y “calidad” de la raza, es un concepto que suele generar bastante confusión. ¿Es un simple papel? ¿Es una garantía sobre las características del perro? ¿Solamente sirve para criadores y concursos de morfología y belleza?
La realidad es que el pedigree es un documento oficial donde se registran los antepasados del perro, además de las líneas de las que proviene. En este blog te explicaremos qué es exactamente el pedigree, qué requisitos debe cumplir un perro para tenerlo, si realmente “sirve de algo” y qué papel juega en la cría ética y el bienestar animal.
¿Qué es el pedigree de un perro?
Como hemos comentado anteriormente, el pedigree es el árbol genealógico del perro. Se trata de un documento oficial que garantiza que su ascendencia (padres, abuelos y bisabuelos) cumple los estándares de su raza, protocolizados por una asociación canina oficial. El pedigree incluye información como el nombre del perro, su número de registro, la raza, la fecha de nacimiento y los datos de sus progenitores y criador.
Es importante remarcar que este documento certifica la genealogía del perro, pero no su bienestar, salud ni carácter del perro. Ni todos los perros “de raza” tienen pedigree, ni todos los perros con pedigree son saludables o equilibrados. En realidad, el pedigree debería entenderse como una herramienta para los amantes de la raza para su conservación y fomentar una cría responsable.
Qué organismos certifican el pedigree (FCI y RSCE)
La Federación Cinológica Internacional (FCI) es la institución que certifica los pedigrees y regula los estándares de raza a nivel mundial y cada país, tiene su propia organización homologada por la FCI. Estos organismos emiten los pedigrees oficiales con el objetivo de mantener un registro oficial y controlado de la cría de perros de raza. En España, es la Real Sociedad Canina de España (RSCE).
¿Cómo obtener el pedigree de un perro paso a paso?
Para que un perro tenga pedigree, tiene que cumplir una serie de requisitos establecidos por las entidades caninas oficiales, que garanticen su genealogía y la correcta trazabilidad de sus antepasados. No basta con que “parezca” de una raza concreta.
- Para certificar que el cachorro desciende de líneas reconocidas y registradas, sus padres deben tener pedigree y estar registrados en el libro de orígenes de la raza (en España el Libro de Orígenes Español (LOE)).
- El criador debe inscribir a los cachorros en el LOE antes de entregarlos. Los padres deben estar identificados con microchip y deben haber seguido los procedimientos oficiales de monta y nacimiento.
Antes de comprar un cachorro con pedigree es importante que el criador esté afiliado y registrado en las organizaciones oficiales. Existen falsificaciones o criadores que ofrecen “pedigrees” emitidos por entidades no oficiales, pero si el perro no tiene un documento oficial, no tiene pedigree, aunque sus padres lo tuvieran.
¿Un perro puede ser de raza sin tener pedigree?
Es una de las dudas más habituales y la respuesta es que sí, un perro puede ser de raza sin tener pedigree, aunque con ciertos detalles a tener en cuenta:
Un perro puede tener el físico y comportamientos de una raza sin estar registrado oficialmente. Pero entonces, para ser estrictamente correctos, no podríamos referirnos a él como “perro de raza border collie”, sino como es un “perro tipo border collie”, por ejemplo. Esto pasa porque solamente tienen el poder de reconocer y crear las razas los organismos oficiales que las regulan.
Esto no significa que un perro con o sin pedigree sea mejor o peor que otro. Lo importante no es el documento, sino la forma en que se ha criado, socializado y cuidado.
¿Para qué sirve tener pedigree?
Aunque el pedigree no convierte a un perro en mejor compañero ni garantiza su salud o comportamiento, sí puede tener utilidad en contextos concretos:
- Conocer la genealogía del perro: es muy importante en la cría responsable, ya que facilita evitar consanguinidad y ayudar a seleccionar ejemplares sanos. Los criadores éticos utilizan esta información para mejorar la raza en su morfología, genética y temperamento.
- Participar en exposiciones o pruebas de trabajo oficiales. Muchas federaciones solo aceptan perros registrados o hay pruebas específicas por raza.
Aún así, es importante recordar que tener pedigree no garantiza que el perro esté libre de enfermedades hereditarias, ni que tenga un carácter equilibrado. Estos aspectos dependen del bienestar de la perra y sus cachorros, además, del entorno en el que crezca, las experiencias vitales que tenga y de la educación que reciba.
La ética detrás del pedigree
El objetivo del pedigree es servir como herramienta de conservación de las razas y fomentar una cría responsable, transparente y centrada en la salud y el bienestar del perro. El problema surge cuando se convierte en una excusa para justificar la selección de características poco saludables (por moda o estética) o prácticas poco éticas por parte de algunos criadores.
Hay quien se aprovecha del valor del pedigree para vender cachorros como si fuera una garantía absoluta de calidad, olvidando que hablamos de seres vivos sintientes, no robots. Detrás de muchos anuncios de cachorros “con pedigree” puede haber malas prácticas cómo camadas continuas, sin control veterinario o incluso falsificación de documentos. Por eso es fundamental buscar siempre criadores responsables, éticos y registrados, para evitar este tipo de prácticas y proteger el bienestar de los perros.
Cómo identificar criadores éticos
- Prioridad en el bienestar: antes que la venta, se prioriza la salud, el equilibrio emocional y la socialización de los cachorros. Se entregan solo después del destete y de pasar el período de socialización necesario con la madre y los hermanos.
- Pruebas de salud y genética: se realizan controles veterinarios y pruebas genéticas para prevenir enfermedades propias de la raza.
- Camadas limitadas, no sobrecargan a las madres y respetan tiempos de recuperación entre camadas.
- Evitar la consanguinidad: controlan cuidadosamente los cruces para garantizar diversidad genética y mantener la salud de la raza.
- Transparencia: un criador responsable muestra sin problemas los documentos de los padres, las condiciones de vida de los perros y el proceso de entrega de los cachorros. Organiza visitas previas para conocer al cachorro y su familia.
- Selección de familias: idealmente, se realizan entrevistas para asegurar de que los cachorros vayan a familias que se adapten a sus necesidades y estilo de vida. Normalmente hay listas de espera.
- Seguimiento posterior: contacto continuado con la nueva familia. Se suele ofrecer asesoramiento sobre alimentación, socialización, educación y cuidados de salud.
Conclusión
En resumen, el pedigree es una herramienta para quienes quieren conocer la genealogía de su perro y fomentar la conservación de las razas y la cría responsable. Tener o no pedigree no define ni la personalidad, ni las aptitudes, ni la salud del perro, lo que realmente influye es cómo se ha criado, socializado y cuidado.
Además, el valor del pedigree solo es ético si se busca ante todo el bienestar de los perros de raza. Al final, se trata de papeles y registros, y lo que marca la diferencia es el cuidado, respeto y educación para asegurar que crezcan sanos, felices y equilibrados, sea cual sea su origen.








