La transición de su comida habitual a cocinado:

Ha algunos que les sienta fenomenal de buenas a primeras, a otros les cuesta un poquito más, pero generalmente con 3 días su sistema digestivo ya se habrá adaptado.

Durante una semana se da una ración la mañana comida cocinada y por la noche su comida habitual (pienso, deshidratada, latitas,...). Al terminar la semana ya podemos darle sólo comida cocinada mañana y noche.

¡Sobre todo no mezclar la comida cocinada en el mismo plato que el pienso!

Si durante los días de transición hace cacas blandas los primeros días, no te preocupes, es totalmente normal. ¿Qué te pasaría a ti si durante toda tu vida hubieras comido galletas y de golpe te comes un bistec con ensalada?, pues que tu estómago no estaría preparado y tardaría unos días en adaptarse.

Si te preocupan las cacas blandas hierves un trocito de calabaza (sin aceite y sin sal) se lo chafas y listos, ¡cacas blandas fuera!! En cambio, si las cacas son muy duras o ves que están estreñidos, lo que podemos hacer es hervir acelgas o espinacas (u otras verduras de hoja verde), sin aceite ni sal, lo chafamos y se lo añades al plato, el tema de las cacas debería mejorar.

La transición de cocinado a BARF:

No es conveniente hacer un cambio de pienso a comida cruda directamente. Primero hace falta pasar del pienso a la comida cocinada, y después de la comida cocinada a la comida cruda.

Al igual que con la transición de pienso a cocinado, durante una semana la ración de la mañana comida cruda y por la noche comida cocinada. Al terminar la transición ya podemos pasar a una dieta 100% cruda.

Durante la transición a BARF podemos ayudar la adaptación de nuestro peque con la ayuda de probióticos, tipo yogur o kéfir. También los snacks de tripa de cordero pueden ayudar con la transición.

La transición de pienso a cocinado o BARF:

Durante una semanita, se da la ración de la mañana de comida natural, y por la noche su comida habitual (pienso, latitas,...) dando todo siempre en tomas separadas y nunca mezclando comida natural y pienso en el mismo plato.

Mezclar pienso con comida natural en el mismo plato no es una buena idea ya que ambos alimentos tienen tiempos y procesos digestivos diferentes. Lo cual puede generar molestias y trastornos gastrointestinales.

Si de buenas a primeras no lo come, no te desesperes! La transición a la comida natural es más fácil si tu gato ya come comida húmeda, ya que por lo menos está acostumbrado a un tipo de alimento con más humedad. Te recomendamos que, si tu gato come pienso seco, hagas la transición en dos fases, primero de pienso a comida húmeda y después a la natural.

Los gatos prefieren la comida a temperatura ambiente, puedes darle un toque de micro, así les será más apetecible. Dale unos 20-30 minutos para comer y luego retírala y guárdala en la nevera. No dejes la comida disponible todo el tiempo, entenderá que debe comer o se quedará sin. Los gatos no deben ayunar, así que si no comen le das su toma habitual y volvemos a probar en la próxima toma.

Si te preocupan las cacas blandas hierves un trocito de calabaza (sin aceite y sin sal) se lo chafas y listos, ¡cacas blandas fuera!! En cambio, si las cacas son muy duras o ves que están estreñidos, lo que podemos hacer es hervir acelgas o espinacas (u otras verduras de hoja verde), sin aceite ni sal, lo chafamos y se lo añades al plato, el tema de las cacas debería mejorar.

Tienes alguna duda más? Visita nuestra sección CÓMO EMPEZARDUDAS