Galgo Italiano

El Volpino Italiano es una raza que tiene sus raíces en la antigua Italia, donde fue criado principalmente para la caza de liebres y otros animales pequeños. Su historia se remonta a siglos atrás, y se cree que desciende de los antiguos perros de caza egipcios, que fueron traídos a Europa por comerciantes y exploradores. A lo largo de los años, el Galgo Italiano ha sido valorado no solo por su velocidad y agilidad, sino también por su elegancia y gracia, convirtiéndose en un símbolo de nobleza en la corte italiana. Esta raza ha sido parte de la cultura y el arte, apareciendo en obras de pintores renombrados y en la literatura, lo que resalta su relevancia histórica. 

Tamaño: El Galgo Italiano es un perro de tamaño pequeño, con una altura que oscila entre 32 y 38 centímetros en la cruz. Su estructura es esbelta y elegante, lo que le confiere una apariencia ágil y ligera, ideal para la velocidad y la agilidad que caracteriza a esta raza. A pesar de su pequeño tamaño, su presencia es notoria debido a su porte y elegancia.

Características físicas: El Galgo Italiano presenta un cuerpo estilizado, con un pecho profundo y una cintura estrecha que le otorgan un perfil aerodinámico. Su cabeza es alargada y delgada, con un hocico que se afina hacia la nariz. Las orejas son pequeñas y suelen estar dobladas hacia atrás, lo que añade a su aspecto distintivo. Sus patas son largas y musculosas, diseñadas para alcanzar altas velocidades, y su cola es larga y delgada, que se lleva en una posición baja.

Colores de pelaje: El pelaje del Galgo Italiano es corto y suave, lo que facilita su cuidado. Los colores más comunes incluyen el Negro, gris e isabelino. A menudo, los Volpinos presentan patrones de manchas o marcas  blancas en el pecho y los pies que añaden singularidad a cada individuo. La variedad en los colores y patrones hace que cada Galgo Italiano sea único en su apariencia.

Variedades de la raza: Dentro de la raza Galgo Italiano, no se reconocen variedades oficiales.

Particularidades del pelaje: El pelaje del Galgo Italiano es corto y denso, lo que lo protege de las inclemencias del tiempo. Aunque es fácil de mantener, es importante tener en cuenta que suelen tener la piel sensible, por lo que se recomienda un cuidado regular para evitar irritaciones. En climas fríos, es aconsejable proporcionar abrigo adicional, ya que su pelaje no es lo suficientemente denso para ofrecer una protección adecuada contra el frío extremo.

Dentro de la raza Galgo Italiano, no se reconocen variedades oficiales, pero se pueden observar diferencias en el tamaño y el color del pelaje según las líneas de cría. Algunos Galgos pueden ser ligeramente más altos o tener variaciones en la intensidad del color, pero todos comparten las características físicas y temperamentales que definen a la raza.

El Galgo Italiano es una raza conocida por su carácter dulce y amigable. Estos perros son extremadamente cariñosos y suelen establecer un fuerte vínculo con su familia. Su naturaleza es generalmente serena, pero también tienen un instinto cazador muy desarrollado, por lo que es importante proporcionarles un entrenamiento y acompañamiento adecuado para asegurar una convivencia segura.

 

Es fundamental tener en cuenta que, a pesar de su apariencia delicada, necesitan ejercicio regular y estimulación mental para evitar el aburrimiento, lo que podría llevar a comportamientos destructivos.

Convivencia con niños y otros perros:

Los cuidados esenciales para tu peludo son: un cuidado completo de su salud, una alimentación natural equilibrada, conjuntamente con una buena educación y entrenamiento físico-mental.

Cepillado y cuidado del pelaje:

El pelaje del Galgo Italiano es corto, denso y suave, lo que facilita su cuidado. Aunque no requiere un cepillado frecuente, se recomienda hacerlo al menos una vez a la semana para eliminar el pelo muerto y mantener su pelaje en óptimas condiciones. Durante la muda es aconsejable aumentar la frecuencia a dos o tres veces por semana. Para el cepillado, es ideal utilizar un cepillo o manopla de cerdas de goma que no irrite su piel delicada.  

Baño:

El Galgo Italiano no requiere baños frecuentes, generalmente un baño cada dos o tres meses es suficiente, a menos que se ensucie especialmente. Durante el baño, es importante usar un champú suave para perros, especialmente formulado para pieles sensibles. Después del baño, asegúrate de secar bien a tu perro, ya que su pelaje corto no lo protege mucho del frío.   

Los snacks dentales y juguetes masticables ayudan a reducir la acumulación de sarro y fortalecen las encías, evitando problemas bucales comunes en razas pequeñas. 

Sus patas delicadas requieren hidratación con bálsamos específicos para evitar grietas en las almohadillas. Las uñas deben cortarse regularmente, ya que el Galgo Italiano no las desgasta naturalmente debido a su ligereza.

Es importante limpiar sus orejas semanalmente con soluciones específicas para prevenir infecciones, ya que la acumulación de cera puede causar molestias y mal olor.

Los cuidados esenciales para tu peludo son: un buen cuidado de su salud, una alimentación natural variada y una buena educación y entrenamiento.

Consejos para la educación efectiva: 

El Galgo Italiano es un perro sensible y muy inteligente. Responde muy bien a la educación respetuosa, una corriente que fomenta una relación sana y basada en la confianza. 

Si es posible, lo ideal es empezar a trabajar desde cachorros, siempre teniendo en cuenta sus necesidades, preferencias y emociones. Remarcar la importancia de hacer una socialización progresiva y adaptada a la personalidad de nuestro cachorro, es especialmente importante en las razas de talla más pequeña, ya que vivirán rodeados de gigantes. Necesitarán una introducción gradual y cuidadosa a diferentes entornos y situaciones. A pesar de su apariencia adorable, son perros con necesidades y comunicaciones propias que deben ser respetadas.

Tip: Debido a su anatomía, si se sienten inseguros y huyen, podrían sacarse aquellos arneses más convencionales y escapar. Recomendamos el uso de un arnés de 3 puntos, ya que además de ser seguro, es mucho más cómodo y protege la zona del cuello de posibles tirones. 

Obediencia: 

Entrenar la obediencia puede ser una actividad de estimulación mental muy interesante, además de mejorar su autocontrol y ser una actividad divertida para realizar con su tutor. Esta raza, generalmente tiene buena predisposición al trabajo y a realizar actividades cooperativas con su familiar. Si lo enfocamos como un juego, será fácil enseñar a nuestro Volpino algunos comandos y trucos que pueden ser útiles en nuestro día a día. Dado su fuerte instinto de caza, te recomendamos trabajar la llamada en espacios seguros, usando la correa larga o en recintos cerrados hasta tenerla asegurada. Es vital que la llamada sea infalible antes de permitirle correr libremente.

Es recomendable practicar en un entorno tranquilo y libre de distracciones, especialmente al principio, para que el Galgo Italiano pueda concentrarse mejor. A medida que avanza en su entrenamiento, se pueden introducir distracciones gradualmente. La coherencia en el uso de comandos y señales es esencial para que entienda lo que se espera de él, y siempre es útil recordar que el entrenamiento debe ser un proceso divertido y enriquecedor tanto para el perro como para el tutor.

El Galgo Italiano es una raza que necesita una cantidad moderada de ejercicio diario. Se recomienda incluir paseos por entornos naturales con momentos de descanso, carreras cortas y juegos interactivos. Esta raza es conocida por su velocidad y agilidad, por lo que disfrutarán de sesiones de carrera en espacios seguros y cerrados, donde puedan estirarse y liberar energía.

Para mantener a un Galgo Italiano activo, es fundamental incorporar variedad en sus rutinas de ejercicio. Alternar entre paseos, juegos de buscar y carreras cortas puede ser muy beneficioso. También se pueden utilizar juguetes interactivos que fomenten el juego y la actividad física.

El Galgo Italiano puede ser propenso a ciertas enfermedades, entre las que destacan:

Enfermedades Comunes:

Luxación de rótula: Esta condición se produce cuando la rótula se desplaza de su posición normal, lo que puede causar cojera y dificultad para caminar. Es más común en razas pequeñas y puede requerir cirugía si es severa. 

Hipotermia: Debido al fino pelo corto y poca grasa corporal que tienen, las temperaturas frías pueden producir hipotermia, que puede ser muy grave. Abriga a tu Lebrel cuando bajan las temperaturas. 

Epilepsia: Esta raza también puede ser susceptible a la epilepsia, un trastorno neurológico que provoca convulsiones recurrentes. Las convulsiones pueden ser desencadenadas por factores como el estrés o cambios en el entorno y, en la mayoría de casos la medicación es clave para controlarlas.

Otros problemas de salud habituales:

Cardiomiopatía: Al igual que otros lebreles, pueden tener enfermedades cardíacas. Esta enfermedad cardíaca afecta la función del corazón, pudiendo llevar a insuficiencia cardíaca. Los Galgos Italianos, debido a su genética, pueden ser más susceptibles.

Sensibilidad a anestésicos: Al ser una raza con bajo porcentaje de grasa corporal, la distribución de los fármacos en el organismo, puede aumentar los riesgos durante procedimientos quirúrgicos. 

Problemas dentales: La acumulación de sarro y problemas en piezas dentales, puede ser un problema común en los Galgos italianos.  

Heridas en la piel: Debido a su actividad y piel fina, son propensos a cortes y lesiones en la piel. 

Alopecia: Algunos Lebreles pueden sufrir una pérdida de pelo, que puede ser causada por varios factores, incluyendo genéticos, alergias o problemas hormonales.   

Medidas preventivas:

Para prevenir estas condiciones, se recomienda realizar un control veterinario anual para detectar posibles problemas cardíacos o de luxación patelar. El uso de productos como Maxxicardio puede ser beneficioso para fortalecer el corazón y el sistema inmunológico. Es fundamental mantenerlo en un entorno fresco y bien hidratado, especialmente en verano, para evitar golpes de calor. Además, los snacks dentales ayudan a prevenir problemas bucales, y se pueden complementar los cuidados con productos como SPARROW Pet DentalCare que favorecen la salud dental. Para el cuidado de la piel, suplementos como Maxxiomega refuerzan la barrera cutánea y ayudan a prevenir la alopecia, manteniendo un pelaje saludable.

El tutor ideal para un Galgo Italiano es una persona o familia que valore la personalidad única y energía de esta raza. Debe ser alguien que aprecie la compañía y esté dispuesto a proporcionarle un entorno seguro y estimulante. 

Los Galgos Italianos son perros muy activos y necesitan ejercicio regular, así que su tutor debe estar preparado para dedicar tiempo a paseos adaptados y juegos. Además, es importante que el tutor sea paciente y comprensivo, ya que estos perros pueden ser un poco tímidos y requieren un enfoque suave en su socialización y entrenamiento.

¿Es un buen perro de compañía?

El Galgo Italiano es un perro de compañía excepcional, conocido por su carácter cariñoso y su naturaleza tranquila. Se adapta fácilmente a la vida familiar y suele ser un compañero ideal para hogares con niños y otras mascotas. 

El Galgo Italiano es un perro elegante y ágil, conocido por su velocidad y gracia. Debido a su tamaño y características físicas, esta raza se adapta bien a todo tipo de espacios, pero es fundamental ofrecer momentos con acceso suficiente área para moverse y realizar ejercicio. Aunque pueden vivir en apartamentos, es esencial que tengan acceso diario a actividades al aire libre donde puedan correr y explorar. Además, es importante que el entorno sea seguro y cómodo, proporcionando un lugar tranquilo donde puedan descansar y relajarse. 

En la antigua Grecia y Roma, el Galgo Italiano era el favorito de la nobleza para la caza. ¡Hasta en los frescos romanos se veía su elegancia en acción! 

Puede alcanzar 60 km/h, dejando atrás a muchos perros más grandes.

Durante la Edad Media, sólo la nobleza podía tenerlos en los palacios. 

No solo ladra, sino que también emite aullidos y sonidos peculiares. 

Su delgado cuerpo y poca grasa lo hacen muy sensible al frío.

A estos perros les encanta dormir en posiciones súper extrañas, con patas en el aire o enrollados como una rosquilla. 

A pesar de su pequeño tamaño, pueden dar saltos sorprendentes.