Volpino Italiano

El Volpino Italiano es una raza de perro que tiene sus raíces en Italia, y se considera uno de los descendientes del tipo europeo de Spitz, por lo que comparte ancestros con el Spitz alemán, aunque no es un descendiente directo, sino un pariente.

Esta raza ha sido criada en Italia y ha sido históricamente apreciada tanto en los palacios de la nobleza como en los hogares de la gente común, donde se valoraba especialmente su instinto de guardia y vigilancia. Una obra de Vittore Carpaccio de 1502 muestra un Volpino en la pintura veneciana "La visión de San Agustín". Además, se sabe que el Volpino fue el perro de Michelangelo y, en el siglo XVIII, se convirtió en el incansable compañero de los carreteros de Toscana y Lacio, siempre listo para anunciar ruidosamente a cualquier extraño que encontrara en el camino.

Aunque el estándar de la raza fue escrito en 1913 y el Volpino gozó de cierta popularidad en la primera parte del siglo XX, su número disminuyó considerablemente. Sin embargo, algunos ejemplares blancos fueron registrados nuevamente en 1972, y el color rojo, que había sido bien conocido, también ha vuelto a aparecer.

Tamaño: Es un perro pequeño y ligero, con una altura de 25 a 30 cm, siendo ligeramente más altos los machos que las hembras.

Características físicas: Compacto y fuerte, destaca por su hocico corto, orejas erguidas, ojos expresivos, cola curvada sobre la espalda y un pelaje esponjoso.

Colores de pelaje: Su manto puede ser blanco, rojo o negro, siempre denso y llamativo, aunque el blanco es el más tradicional y valorado.

Variedades de la raza: No existen variedades reconocidas oficialmente dentro del Volpino Italiano.

Particularidades del pelaje: Tiene un pelaje largo, recto y denso con doble capa; destaca el collar en el cuello y los "pantalones" traseros, y requiere cepillado frecuente.

El Volpino Italiano no tiene variedades reconocidas oficialmente, pero se puede encontrar en diferentes colores dentro de su estándar. Sin embargo, todos los Volpinos comparten las mismas características físicas y temperamento, lo que los hace fácilmente identificables como parte de esta encantadora raza. Su homogeneidad en el aspecto y el carácter es uno de los aspectos que los amantes de la raza valoran.

El Volpino Italiano es conocido por su carácter vivaz y alegre. Esta raza, que tiene sus raíces en la función de perro de compañía y guarda, tiende a ser muy sociable y afectuosa con su familia. Su naturaleza curiosa y juguetona los convierte en compañeros ideales para quienes buscan un perro que aporte energía y alegría al hogar.

Sin embargo, es importante recordar que, como cualquier perro, su personalidad puede variar según sus experiencias pasadas y su entorno. Por lo tanto, es fundamental proporcionarles una socialización adecuada desde una edad temprana, lo que les ayudará a desarrollar una personalidad equilibrada y segura. Además, su inteligencia y deseo de complacer a sus tutores hacen que sean receptivos al entrenamiento, aunque pueden mostrar un carácter algo independiente en ocasiones. Es recomendable utilizar métodos de refuerzo positivo para fomentar un comportamiento deseado, ya que esto fortalecerá el vínculo entre el perro y su referente.

Convivencia con niños y otros perros:

Los cuidados esenciales para tu peludo son: un cuidado integral de su salud, una alimentación natural equilibrada, junto con una buena educación y entrenamiento físico y mental.

Cepillado y cuidado del pelaje:

El Volpino Italiano tiene un pelaje denso, muy largo y excepcionalmente erguido, lo que requiere atención regular para mantenerlo en óptimas condiciones. Se recomienda cepillarlo al menos dos veces por semana en condiciones normales, y a diario durante la muda, que ocurre principalmente en primavera y otoño. Para el cepillado, es ideal utilizar un cepillo de púas, que es suave y efectivo para desenredar sin irritar la piel. Además, es importante prestar atención a los nudos que pueden formarse, especialmente detrás de las orejas y en las patas, y utilizar una carda articulada para eliminarlos con cuidado.

Baño:

La frecuencia del baño para un Volpino Italiano puede variar, pero generalmente se recomienda cada 4 a 6 semanas. Es importante utilizar un champú suave y específico para perros, que no contenga sulfatos ni parabenos, para evitar irritaciones en su piel sensible. Durante el baño, asegúrate de enjuagar bien el pelaje para eliminar cualquier residuo de champú, y considera usar un mascarilla para mantener el pelaje hidratado y suave.

Es recomendable fomentar el cuidado dental del Volpino Italiano mediante el uso de snacks específicos que ayudan a mantener la salud bucal. Los snacks como el Churpi Bits son ideales, ya que ayudan a prevenir la formación de placa y sarro, o las orejas de conejo con pelo, que no solo son deliciosos, sino que también promueven una buena higiene dental mientras los mastican.

Para el cuidado de las patas y almohadillas del Volpino Italiano, es crucial revisarlas regularmente, especialmente después de paseos en superficies duras o en climas extremos. Se recomienda limpiar las almohadillas con un paño húmedo y aplicar un protector para mantener la hidratación. En cuanto a las uñas, es aconsejable cortarlas cada 3 a 4 semanas para evitar que se rompan o se puedan clavar en la piel.

La limpieza de los oídos del Volpino Italiano debe realizarse al menos una vez al mes. Es importante revisar si hay acumulación de cera o suciedad, y para ello, se puede utilizar un limpiador específico como unas toallitas húmedas, que ayudan a eliminar el exceso de suciedad y mantienen los oídos secos y limpios. Si notas signos de irritación o mal olor, es recomendable consultar a un veterinario para un tratamiento adecuado.

Los cuidados esenciales para tu peludo son: un buen cuidado de su salud, una alimentación natural variada y una buena educación y entrenamiento.

Consejos para la educación efectiva: 

El Volpino Italiano es un perro pequeño muy carismático, inteligente y que puede llegar a ser un poco testarudo. Para educar a un Volpino Italiano de manera efectiva, es fundamental utilizar métodos respetuosos con su personalidad, tiempos y preferencias. Establecer rutinas claras y ser coherente en las órdenes es esencial para que el perro comprenda lo que se espera de él. Remarcar la importancia de hacer una socialización progresiva y adaptada a la personalidad de nuestro cachorro, es especialmente importante en las razas de talla más pequeña, ya que vivirán rodeados de gigantes. Es crucial tener en cuenta que aunque su apariencia sea la de un adorable peluche, siguen siendo perros, por lo que debemos respetar sus comunicaciones, sobre todo las que demuestran incomodidad, miedo y alerta, para evitar conflictos en la convivencia.

Obediencia: 

La obediencia en el Volpino Italiano puede fomentarse a través de juegos y actividades que mantengan su interés. Su inteligencia les permite aprender rápidamente, pero es crucial que las sesiones de entrenamiento sean breves y divertidas. Enseñar trucos a nuestro Pomerania puede ser una actividad muy enriquecedora, tanto para su estimulación mental como para fortalecer el vínculo. Además, entrenar ciertos comandos como la llamada, es crucial para una convivencia segura en la sociedad. Utiliza comandos simples y claros, y asegúrate de recompensar cada logro, por pequeño que sea. La paciencia es esencial, ya que algunos Volpinos pueden mostrar un carácter un tanto obstinado. Incorporar juegos que involucren su instinto natural de caza puede ser una excelente manera de estimular su obediencia. Además, es recomendable practicar en diferentes lugares para que se acostumbren a responder a las órdenes en diversas situaciones.

El Volpino Italiano es una raza activa y enérgica que requiere estimulación física adecuada para mantenerse feliz y saludable. Estos perros son muy curiosos y les encanta explorar su entorno, por lo que es fundamental proporcionarles paseos diarios y tiempo de juego. 

Además, los Volpinos son muy inteligentes y disfrutan de los juegos de estimulación mental, como buscar objetos o aprender trucos nuevos. Esto no solo les ayuda a mantenerse activos, sino que también fortalece el vínculo entre el perro y su tutor. Es recomendable alternar entre paseos tranquilos y sesiones de juego más enérgicas, para mantener su interés y energía. 

Por último, es importante observar su comportamiento y ajustar la actividad física según sus necesidades individuales, ya que cada perro es único.

El Volpino Italiano es una raza que puede ser propensa a ciertas enfermedades. 

Enfermedades Comunes:

Luxación de rótula: donde la rótula se desplaza de su posición normal. Esto puede causar cojera y dolor, y en casos severos, puede requerir cirugía para corregirlo. La luxación de rótula es más común en perros pequeños y puede ser consecuencia de una predisposición genética.

Problemas oculares como las cataratas o la atrofia progresiva de retina. Las cataratas se producen cuando el cristalino del ojo se opaca, lo que puede llevar a la pérdida de visión. Estas pueden desarrollarse a cualquier edad, aunque son más comunes en perros mayores, y pueden requerir cirugía para recuperar la visión.

Enfermedad valvular degenerativa: Esta enfermedad cardíaca puede afectar a algunos volpinos italianos, sobre todo, en su etapa adulta y sénior. El corazón pierde capacidad de bombear sangre adecuadamente por problemas en las válvulas del corazón. 

Otros problemas de salud habituales:

Dermatitis alérgica: que se manifiesta como picor, enrojecimiento y pérdida de pelo. Esta condición puede ser causada por alergias alimentarias o ambientales y puede afectar la calidad de vida del perro si no se maneja adecuadamente.

Obesidad: que puede surgir debido a una dieta inadecuada o falta de ejercicio. La obesidad puede llevar a complicaciones graves, como diabetes, enfermedades cardíacas y problemas articulares, afectando la longevidad y bienestar del perro.

Enfermedades dentales: un problema común en esta raza, ya que los perros pequeños tienden a acumular placa y sarro más fácilmente. Esto puede resultar en gingivitis, pérdida de dientes y dolor, lo que afecta su capacidad para comer y disfrutar de la vida.

Hipoglucemia: un problema que puede afectar a los perros pequeños, incluyendo al Volpino Italiano. Esta condición se produce cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiado bajos, lo que puede causar debilidad, temblores y, en casos severos, pérdida de conciencia.

Luxación de cristalino: Esta es otra enfermedad ocular que pueden sufrir los Volpinos Italianos. Ocurre cuando el cristalino “sale” de su sitio pudiendo causar problemas aún más graves como glaucoma. Si no se trata puede llevar a una pérdida de visión completa. 

Medidas preventivas:

Para prevenir las enfermedades y problemas de salud mencionados, es fundamental mantener un estado inmunitario adecuado mediante la vacunación y el control de parásitos. La vacunación protege a los perros de enfermedades infecciosas graves, mientras que el control de parásitos, como pulgas y garrapatas, ayuda a prevenir infecciones y enfermedades transmitidas por estos organismos. Por ejemplo, el uso de productos como la pipetas antiparisitarias puede ser efectivo para mantener a raya estos parásitos.

La alimentación natural, como la dieta cocinada o BARF, puede ser muy beneficiosa para la salud general del Volpino Italiano. Esta dieta variada no solo proporciona los nutrientes necesarios para mantener un peso saludable, sino que también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitario y mejorar la salud dental, a la vez que ayuda a controlar el peso y a prevenir la obesidad e hipoglucemia. El uso de suplementos como Maxxiflex puede ayudar a mantener las articulaciones saludables, previniendo problemas como la luxación de rótula. 

Las revisiones veterinarias rutinarias serán esenciales para poder detectar a tiempo algunas enfermedades oftalmológicas y cardíacas, así como para poder tratarlas.

El tutor ideal para un Volpino Italiano debe ser una persona activa, comprometida y paciente, que entienda las necesidades de esta raza. Aunque no es estrictamente necesario tener experiencia previa, sí es beneficioso contar con conocimientos sobre el comportamiento canino y la socialización. Además, es fundamental que el tutor sea un referente coherente, capaz de establecer límites claros y fomentar un ambiente seguro y amoroso para su Volpino Italiano.

La socialización temprana y continua es esencial, ya que esta raza puede ser un poco reservada con los extraños. Un tutor que sepa cómo introducir a su Volpino Italiano a nuevas experiencias, personas y otros animales de manera gradual y respetuosa será clave para su desarrollo social y emocional.

¿Es un buen perro de compañía?

El Volpino Italiano es un perro de compañía excepcional, ideal para la vida familiar. Su carácter afectuoso y juguetón lo convierte en un compañero leal y cariñoso. Para que un Volpino Italiano se mantenga equilibrado y feliz, es fundamental proporcionarle una socialización adecuada desde cachorro, así como ejercicio regular. Disfrutan de paseos y juegos, lo que les ayuda a canalizar su energía y a fortalecer su vínculo con la familia. Además, es importante fomentar su curiosidad y sociabilidad para que se sientan cómodos en diferentes entornos y con diversas personas y animales.

El Volpino Italiano es un perro de tamaño pequeño que se adapta bien a la vida en un apartamento, siempre que reciba la atención adecuada. Su energía y curiosidad requieren un entorno que le ofrezca estimulación mental y física. Aunque puede vivir en espacios reducidos, es fundamental que su tutor se comprometa a sacarlo a pasear regularmente y a proporcionarle actividades que mantengan su mente activa. Un jardín puede ser un gran complemento, pero no puede sustituir los paseos y juegos al aire libre. La clave está en equilibrar el espacio disponible con su necesidad de exploración y ejercicio diario.

Su nombre, "Volpino", significa "zorrito" en italiano, y no es casualidad: su pelaje esponjoso y su carita afilada lo hacen parecer un pequeño zorro.

A pesar de su tamaño compacto, tiene un ladrido potente y no dudará en usarlo. 

Era el perro preferido de la nobleza italiana e incluso acompañó a grandes artistas del Renacimiento en sus estudios.

Detrás de su apariencia adorable hay un torbellino de energía. Le encanta correr, jugar y explorar, así que prepárate para seguirle el ritmo.

Su manto esponjoso y abundante lo hace parecer un perrito de cuento, pero ojo: ese look requiere mantenimiento, ¡o terminará pareciendo un algodón de azúcar despeinado!