¿Por qué mi cachorro aún no controla el pipí?
Principalmente, porque no es capaz de "aguantarse", aunque quiera. Durante sus primeros meses, el cachorro está en pleno desarrollo y sus sistemas nervioso y muscular aún no controlan completamente los esfínteres.
Aunque los tiempos varían según el cachorro, a medida que crece empieza a reconocer las señales de que necesita evacuar. Con una guía adecuada, podrá asociar estos impulsos con momentos específicos del día y lugares concretos.
Para lograr el resultado deseado, es fundamental acompañar al cachorro sin exigirle y entender que los “fallos” son parte del proceso. Depende de nosotros facilitar su aprendizaje estableciendo pautas claras y coherentes.
Rutinas y horarios: cuándo es más probable que tu cachorro necesite evacuar
Cada cachorro tiene su ritmo, pero hay momentos del día en que es más probable que necesite hacer pipí o caca. Conocerlos y anticiparse es clave para facilitar el aprendizaje:
- Al despertarse, por la mañana o después de una siesta.
- Justo después de comer o beber, porque se activa el sistema digestivo.
- Tras momentos de mucha emoción, como después de jugar intensamente o al saludar a alguien.
- Después de hacer ejercicio o pasear, incluso si ya lo ha hecho antes.
Otro truco es observar sus señales y adelantarse. Por ejemplo, si olisquea intensamente, da vueltas, está nervioso o se detiene repentinamente, probablemente está buscando dónde hacer sus necesidades.
Si lo llevamos al lugar adecuado antes de estos momentos clave y esperamos sin molestar, aumentamos las probabilidades de éxito. Además, establecer una rutina predecible de comidas, descanso y salidas ayuda a que el cachorro comprenda mejor el ritmo del día y aprenda más rápido.