Seguramente no os descubrimos un mundo si os decimos que los perros y los gatos tienen un oído muchísimo más desarrollado que el de los humanos, ¿verdad?
¿A qué se debe y cómo oyen ellos? ¡Ojalá hablaran! Seguro que sería maravilloso que nos explicaran cómo oyen su entorno, cómo nos oyen a nosotros, qué piensan incluso de nuestra forma de hablar y expresarnos.
Los perros y los gatos son capaces de percibir sonidos muy lejanos y muy agudos. Los ruidos fuertes les asustan, como es el caso de los petardos y cohetes, lo hemos tenido que notar en muchas ocasiones. Por eso se asustan también cuando nos enfadamos, discutimos, les gritamos. Les hace sentir incómodos. Bueno, ¡puede que a veces notemos que a los gatos no les importa tanto! Son un poco más especiales.
Hablando de perros. Los sonidos suaves son muchísimo mejor recibidos por ellos. Pueden llegar a registrar más de 30.000 vibraciones por segundo, mientras que los humanos podemos registrar sonidos de hasta seis metros de distancia, ellos pueden escuchar hasta los que hay a veinticinco metros. ¡Alucinante! ¿Verdad?
Nosotros, los humanos, contamos con apenas nueve músculos en nuestras orejas, pero es que los perros tienen alrededor de dieciocho. ¡Dieciocho! La diferencia es del doble.
Evidentemente, la facilidad de escuchar sonidos es distinta en algunas razas. Aquellos perros que tienen las orejas caídas, es cierto que tienen una capacidad inferior a aquellos que las tienen elevadas. El funcionamiento es parecido en todos los casos, pero evidentemente, la edad o enfermedades genéticas pueden hacer que esto varíe y algunos puedan escuchar más que otros con mayor facilidad.
Como hemos comentado, los sonidos fuertes pueden llegar a ser muy molestos para ellos. Es por ello que cuando queremos regañarlos por algo mal hecho, no debemos gritar. No sirve de nada más que para asustarlos. ¿Y quién quiere provocar eso en su peludo? Se puede hablar firme, pero gritar solo va a provocar reacciones negativas que les harán perder la calma, eso no les ayudará a entender nada, ni a mejorar, ni a aprender.
Se dice que las razas con mejor oído son muy pocas, entre ellas lo son estas: Schnauzer, Chihuahua, Boston Terrier, Esquimal Americano y Pinscher mini. ¿Será verdad? Aquellos que tengáis uno… ¿Se hacen los sordos cuando los llamáis? ¡Porque ahora ya sabéis que es probable que oigan muchísimo mejor que la mayoría!
Es muy importante la higiene del oído de nuestros perros. Es un sentido muy sensible, y su cuidado es tan importante como nuestra propia higiene habitual. Habría que ser conscientes de la necesidad de limpiar sus orejas al menos una vez a la semana. La parte exterior se puede limpiar fácilmente con una gasa húmeda. En el caso de la parte interior, lo mejor es que tu veterinario de confianza te recomiende el mejor producto que puedas aplicarle. Siempre hay que hacerlo con suavidad, masajeando la base para dejar que el producto entre en el conducto y haga lo que tiene que hacer, ¡limpieza a fondo!
Hay que tener mucho cuidado con la higiene, las infecciones, las heridas y los parásitos, pueden llegar a provocar enfermedades muy graves, y en muchas ocasiones volverse crónicas. Sobre todo, ¡cuidado con los baños! El agua puede provocar otitis, por lo que es importante secar sus orejas muy bien y mantener un buen cuidado en este sentido para evitar problemas. Podéis aprender más sobre este tema en nuestro post Infecciones de oído en perros: síntomas, causas y opciones de tratamiento.
En el caso de los gatos, el oído tiene algunas diferencias con el perro que debemos tener muy en cuenta para su bienestar.
Ellos perciben altas frecuencias. Los gatos, pueden percibir sonidos de hasta 85.000 Hz mientras que en el caso de los perros pueden escuchar hasta 50.000 Hz y los humanos tan solo podemos percibir hasta 20.000 Hz.
Les resulta sencillo escuchar roedores en su entorno y mantenerlos alerta. Observad cuando vuestro gato se queda petrificado mirando en alerta a algún lugar, puede que nosotros no oigamos nada, pero ellos puede que sí. ¡Tal vez tengáis roedores por casa y no lo sepáis! Solo vuestro gato os lo podría decir…
¿Recordáis que los perros tienen alrededor de dieciocho músculos en sus orejas? Pues, atención… Los gatos tienen alrededor de treinta y dos. ¡Madre mía! Tienen demasiados. Además, sus orejas son orientables, eso hace que puedan percibir los sonidos con mucho más detalle. Eso les permite incluso saber desde qué dirección y a qué distancia está ese sonido.
Tienen un sentido del equilibrio muy desarrollado. Por eso se les da tan bien saltar a nuestras estanterías y muebles. Son unos grandes expertos en parkour ¿eh? Pueden girar sus orejas hasta 180 grados. Eso es lo que les permite identificar los sonidos y su procedencia.
En el caso de los felinos, también es muy importante el cuidado de sus orejas. Este sentido, es muy importante para nuestros peludos (tanto perros como gatos), pues les ayuda a conocer el mundo en que viven. Es cierto que muchos peluditos son sordos, pero eso no les impide conocerlo con ayuda de sus otros sentidos (y también con la nuestra).
Como siempre, recordad que los gatos siempre intentarán esconder qué es eso que tanto les duele. Así que es importante que vayamos siempre con un pie por delante, adelantándonos a cada posible problemita que puedan tener. Por ello su cuidado es tan importante.
Además, la mejor manera de cuidarlos es tanto en bienestar, educación, salud, ¡como en alimentación!
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