En esta ocasión hablaremos sobre la visión de perros y gatos. Hace un tiempo que se habla de que los perros y los gatos (por simplificarlo), no ven el mundo tan solo en blanco y negro. Como siempre, pensaréis, ojalá poder preguntarles a ellos. Como eso no podemos hacerlo, las investigaciones en este sentido son cruciales y muy importantes para poco a poco ir conociéndolos mejor, e ir aprendiendo de tanto en tanto, más sobre ellos.
Evidentemente la vista que tienen los perros y los gatos es muy diferente a la de los humanos, y de ello dependen factores como la anatomía al ser de otra especie, o su campo visual.
Existen dos tipos de visión. La de los humanos es tricromática. Esto significa que nuestros fotorreceptores sensibles a los colores son receptivos a la luz roja, la azul y la verde. Pero la mayoría de mamíferos no humanos, tienen ojos dicromáticos. Lo que supone que sus fotorreceptores son sensibles a las ondas cortas y medias. Es decir, azul, violeta, verde y amarilla.
Por lo tanto, podemos ver que tanto en el perro como en el gato, sus fotorreceptores no son sensibles al rojo, y por lo tanto no distinguen entre naranjas y rosas por ejemplo. Sobre todo notan las diferencias en tonos grises, azul y violeta o verde y amarillo. Eso hace que haya una diferencia evidente entre el ojo humano y el de ellos. Para entendernos, ellos ven el mundo más azulado y en tonos de color gris.
En definitiva, esto hace, a modo de que podamos entenderlo nosotros, que lo que ellos puedan percibir, sean tonalidades mucho más color pastel, acercándose más al gris. Mientras que nosotros podemos percibir los colores muchísimo más vivos.
¡Y no solo eso! En sus ojos tienen el tapetum lucidum, que es una capa tras la retina que es la causante de los sustos que nos dan por la noche, ¡cuando vemos que sus ojos brillan! Esta capa hace que la luz se refleje como un espejo, y por ello ven mejor.
Además, el campo de visión del que disponen es mucho mayor al nuestro. Además de tener los ojos más alejados el uno del otro, el perro tiene un campo de 250 grados, y el gato de 200 grados.
Hay que tener presente por eso, que esa separación entre los dos campos visuales que tienen, hace que no puedan contar con la visión binocular como tenemos los humanos. Sus imágenes no se compactan, para entendernos, en una sola imagen como a nosotros nos ocurre.
Estas diferencias que tienen con nosotros, por ejemplo, en su modo de ver el mundo, es lo que hace que sus otros sentidos se agudicen más y mejor. Por ello, para conocer utilizan su olfato y oído. Esto los ayuda a ver mejor. ¡Sus grandes capacidades hacen que puedan percibir el movimiento de un objeto estando a una distancia de hasta 900 metros! ¿Os imagináis poder percibir el movimiento de un objeto a casi un kilómetro? Todos sus sentidos están preparados para poder reaccionar más velozmente. Un objeto que no se mueva, en cambio, pueden percibirlo a una distancia de hasta 500 metros. ¡Muchos necesitamos prismáticos para poder decir lo mismo!
Estas diferencias en su forma de ver el entorno, son las que hacen que podamos entender que nuestros peludos nos reconocen más por el conjunto que hay en nosotros, que por nuestra imagen. Nuestra forma de caminar, nuestra forma, nuestro olor… Se guían gracias a todas estas cosas ya aprendidas para reconocernos. Eso hace, por suerte, que nos amen porque nos conocen, no por lo que ven.
En el caso de los gatos, podemos decir que no hay grandes diferencias visuales de unos a otros. Pero en el caso de los perros, habiendo tantas razas, tan diferentes, sí podemos hablar de una diferencia notable entre aquellos que son braquicéfalos (como los Carlino o Bulldog) y los que son dolicocéfalos (como los Galgos o Lebreles).
Los braquicéfalos tienen los ojos en la parte delantera de su cara, lo que hace que su campo visual pueda llegar solo a los 200 grados. Los dolicocéfalos, que tienen los ojos situados de manera más lateral, pueden llegar a tener un campo visual de hasta 270 grados (aunque eso hace que tengan menor visión binocular).
Tienen una vista muy buena, pero esto también conlleva problemas. No se libran, lamentablemente, de tener enfermedades e infecciones.
Ellos también pueden padecer conjuntivitis. La cual puede darse por bacterias, virus o alergias. Hay que ir con cuidado, pues es algo que puede volverse crónico.
¡Ellos también pueden tener cataratas! Su cristalino puede perder transparencia, y es algo muy normal en la vejez, ¿verdad? En el caso de ellos, también. Por suerte, esta enfermedad no provoca dolor. Pero admitámoslo, no es divertido ir perdiendo la visión.
Hay muchísimas otras enfermedades e infecciones posibles en ellos. Por ello es tan importante que de vez en cuando, se les hagan revisiones veterinarias, como nosotros vamos al médico (o deberíamos). No olvidemos que ellos también deben tener la mejor salud posible, y si queremos que así sea, debemos ser conscientes de que lo necesitan. Tanto esto, como una buena alimentación, una buena educación, ¡y un gran surtido de cariño, caricias y amor!
Por nuestra parte, podemos ayudaros con la alimentación. ¡Ya sabéis que estamos muy puestos en el tema! Así que si no habéis pensado nunca en alimentar a vuestro peludo de manera natural, ¡puede que sea el momento! Escríbenos a hola@guauaandcat.com para conocer más sobre la alimentación natural de Guau&Cat.
Respecto al resto de cuestiones, solo podemos animaros a cuidarlos de la mejor manera posible, como nos gusta que nos cuiden a nosotros.
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