Consejos para presentar un bebé a un perro

Cuando traes a casa un nuevo bebé, lo que es emocionante para ti puede ser confuso e incluso aterrador para tu perro. Piénsalo: ese pequeño bebé parece un ser humano, pero huele, suena y se mueve como nada que tu perrito haya visto antes. Y de repente, esta extraña y ruidosa criatura está ocupando todo el tiempo y la atención de sus papas humanos.
Los perros pueden aprender con entusiasmo, pero también pueden mostrar celos porque ya no son el centro de atención. Pero si planificamos con antelación y realizamos los pasos correctos en las primeras semanas de la llegada a casa de nuestro bebé, puede ayudar a crear un vínculo entre la nueva incorporación y su hermano mayor de cuatro patas.

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Qué podemos hacer:
Es importante seguir unas pautas a la hora de presentar un bebé a un perro, pero es igual o incluso más importante para nuestro compañero de cuatro patas prepararlo unos semanas antes de su llegada para que se adapte con facilidad.
Antes de la llegada del bebé a casa
- Prepara a tu perro antes de que el bebé llegue a casa. Esto incluye una clase de obediencia básica para asegurarte de que tu perro no salte; con ellos nos referimos a «Siéntate» o «Quieto»; y desarrolla un recuerdo sólido para que acuda a nosotros cuando lo llamemos.
- Realiza cambios graduales en las rutinas del perro, como un cambio en el lugar donde duerme o los tiempos de paseo, antes de que el bebé llegue a casa, así el perro no asociará los cambios con el bebé.
- Disminuye la cantidad de juego y atención que le das a tu peludo dos o tres semanas antes de que el bebé llegue a casa.
- Si tu perro se asusta con los ruidos desconocidos puedes poner alguna grabación de sonidos de bebés en tu casa para que tu perro pueda adaptarse a los nuevos sonidos antes de la llegada del bebé.
- Acostumbra a tu perro al olor de bebé, y una vez que nazca el bebé, lleva a casa una prenda de vestir o una manta del recién nacido para que el perro se acostumbre a su olor.
- Antes de que llegue el bebé, enséñele a tu perro a «ir al lugar», un sitio acondicionado para nuestro peludo cuando necesitemos algo de tranquilidad con el bebé.

Cómo presentar un bebé a un perro
- Cuando lleguéis a casa con el recién nacido, primero saluda a tu perro, solo para que no se emocione y salte sobre el bebé.
- Esperad a que el perro se adapte al olor, la vista y el sonido del bebé durante unos días antes de presentarlo más de cerca.
- Después de unos días, dejad que el perro olfatee al bebé. Acarícialo y felicítalo mientras lo huele para un estímulo positivo. La mayoría de los perros se adaptan fácilmente, pero es mejor tomar precauciones y las primeras veces hacerlo con la correa puesta.
- Una vez que el perro se haya acostumbrado al olor del bebé, permítele que lo huela sin correa.
- Presta atención al perro cuando el bebé esté cerca para que no asocie que las cosas buenas o la atención solo suceden cuando el bebé no está cerca.
- No regañes al perro por coger los juguetes del bebé. Simplemente reemplaza el juguete del niño con un juguete del perro.
- Los bebés cambian rápidamente y puede ser difícil para el perro adaptarse tan rápido.
- Una vez que tu bebé comience a gatear, asegúrate de que no tire de la cola o las orejas del perro. Morder y gruñir son comportamientos caninos naturales cuando intentan comunicar una advertencia. ¡Incluso el perro más tolerante tiene sus límites!
Ten «zonas de seguridad» para el perro. Una zona segura es un espacio privado: una caja, una cama, un lavadero cerrado… donde nuestro peludo puede escapar cuando la actividad es demasiado para él o ella. Lo ideal sería intentar que los niños no «invadan» el espacio privado del perro.
Está bien mantener al perro fuera de la habitación del bebé con una puerta o barandilla, especialmente si siente curiosidad e intenta saltar sobre la cuna o el cambiador.
Con estos consejos para presentar un bebé a un perro, paciencia y mucho amor, estamos seguros que vuestro hijo y vuestro peludo serán ¡Mejores amigos para siempre!
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