¡Salidas en verano! ¿Cómo los cuidamos?
Llega el verano y con él nos gusta disfrutar de los días soleados junto a nuestros peludos en la playa, en la piscina, en lagos, montañas,… Pero la diversión suele ser proporcional a que nuestros peludos acaben llenos de barro, sal marina, arena,…
Hoy os traemos los trucos más importantes para que vuestros peludos estén bien limpios después de un divertido día en familia.
¿Qué cosas tenemos que tener en cuenta si vamos a la playa?
No todos los peludos disfrutan del agua. De hecho, a muchos les da reparo entrar en el mar. Pero tanto si nuestro peludo disfruta del agua como si no, acaban llenos de arena y sal.
1. No es necesario bañarlos con jabón cuando volvemos de la playa
Lo más importante es darles un buen baño con abundante agua dulce, para quitar toda la arena y arrastrar la sal marina que se les haya quedado en la piel y entre su pelaje. Cuando ya hemos realizado este primer aclarado, es el momento de proceder a bañarlos con jabón. Además, es muy importante asegurarnos de que no les queda arena ni agua en los ojos ni en los oídos. Se pueden usar limpiadores fisiológicos para los oídos y sueros para la zona del lacrimal.
Recuerda: Si tu peludo y tú vais a diario o muy habitualmente a la playa, evita bañarlo con jabón más de una vez a la semana, solo acláralo con abundante agua limpia.
2. El sol para los peludos en pleno verano no es el mejor acompañante
Por eso es muy importante que, si vamos a lugares muy soleados, tengamos sombras cerca (ya sea con sombrilla o porque hay zonas de sombra) con la finalidad de evitar golpes de calor. Es mejor evitar las horas de máxima insolación entre las 12:00 y las 16:00h. Su pelaje siempre es un buen aislante, pero en las zonas sin pelo como el hocico, barriguita o las almohadillas, tendremos que usar un protector solar para peludos. ¡Recuerda que ellos también pueden quemarse la piel!
3. Cuida de sus almohadillas
Después de un gran día corriendo por piedras, arena, cambiando del mojado al seco,… Las almohadillas pueden verse resentidas y pueden secarse y agrietarse. Lo mejor será que al llegar a casa y después del baño, las hidratemos con un producto especial.
4. Dale agua
No olvidemos nunca que su hidratación es vital, por lo que deberemos tener agua suficiente para que pueda beber cuando quiera, y si además podemos tenerla fresquita… ¡Lo agradecerán!
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¿Amantes del agua? Hay que tomar precauciones
Cuando hablamos de ir a la playa es muy importante hacerlo a lugares donde el oleaje no sea excesivo. Es crucial evitar zonas donde haya corrientes y, sobre todo, evitar que sean baños largos. Pueden jugar y nadar, pero tenemos que tener cuidado pues es fácil cansarse al nadar y por ello es importante que sean baños cortos con varios descansos para que la experiencia sea lo más beneficiosa y positiva posible. En peludos muy activos o amantes del mar, lo más recomendable será hacerte con un chaleco salvavidas, así si se cansan de nadar y no están cerca de la orilla, nunca se podrán ahogar.
También es muy importante, sobre todo en perros de pelo largo, que no se queden mojados durante largos períodos de tiempo, ya que la humedad persistente puede provocar la aparición de problemas de piel como dermatitis o infecciones. En cuanto salga del agua, ya lo podemos secar bien con una toalla especial de secado rápido.
Rutas y montaña. Protección para las patas
En verano el calor puede llegar a ser terrorífico. Y cuando paseamos a nuestros peludos por la calle, caminos, senderos,… a pleno sol, sabemos lo horrible que es tener a éste sobre nuestros cuerpos. Aunque los perros tienen un buen aislante en su pelaje, sus patas no están tan protegidas contra el calor que se acumula a veces en el suelo.
Por ello es muy importante que, si se sale a pasear en horas de máxima insolación, se pasee por las zonas donde haya sombra o hierba. Sus patas están expuestas a todo aquello peligroso que hay en el suelo y el calor es un de esos peligros. Un buen truco para saber si sus almohadillas pueden tocar de manera segura el suelo, es colocar el dorso de nuestra mano sobre el asfalto y contar hasta cinco; si no te quemas, es seguro para tu peludo.
Cuando volvemos a casa, además de asegurarnos de que sus patas están bien. Mi recomendación al llegar a casa es limpiar las patas de nuestros peludos con toallitas húmedaspara peludos mientras las inspeccionamos en busca de cualquier anormalidad (rasguño, grietas, heridas, cuerpo extraño atrapado entre los dedos,..), y después aprovechamos para hidratarlas.
En caso de que haya mucha suciedad, lo más fácil será lavar las patitas en la ducha y luego secarlas bien.
Estos pequeños consejos pueden ayudarnos a mantener a nuestros peludos lo más protegidos posibles de heridas, infecciones o toxicidades del entorno. No olvides que cada peludo es un mundo y cada pelaje requiere de mayor o menor cuidado.