Los gatos y los perros se han convertido en los animales de compañía más populares en todo el mundo. Es lógico que nos preguntemos por sus orígenes o cuáles fueron sus antepasados. A continuación nuestra bióloga María-Jesús Zurbano nos contará el origen de los perros y los gatos.
Índice de Contenidos
El origen de los perros
Los perros se domesticaron mucho antes que los gatos. Pocas especies, por no decir ninguna, presentan tantas variaciones morfológicas. Todos los perros son interfértiles, en otras palabras, los perros de cualquier raza pueden cruzarse entre ellos, dando lugar a descendencia capaz de reproducirse, por lo que "muchas fisonomías intermedias no son asignables a ninguna raza en particular" (Stockard, 1941; Van Gelder, 1977).
En la actualidad, el American Kennel Club reconoce 197 razas, aunque hay más de 340 razas de perros en todo el mundo. Sin embargo, es bastante paradójico que dos aves pertenezcan a especies diferentes solo por pequeños cambios en el color de su plumaje, y dos perros tan diferentes como un chihuahua de 3 kg y un mastín de los Pirineos de alrededor de 90 kg pertenezcan a la misma especie (Groves, 1971). La imagen 1 muestra cuán diferentes pueden ser dos perros.

Foto A - Samoyedo

Foto B - Retriever de pelo liso
Imagen 1: Las imágenes A y B muestran diferencias entre dos individuos pertenecientes a la especie Canis familiaris. La imagen A muestra un samoyedo y la imagen B un Retriever de pelo liso.
Los samoyedos fueron criados para el trabajo duro por personas de las tribus samoyedas que eran seminómadas y que vivían en Siberia, donde las temperaturas de -60 grados centígrados eran comunes. Se cree que aparecieron hace más de 3.000 años. Eran principalmente perros guardianes y cazadores, pero más tarde, también desarrollaron habilidades de pastoreo.
Los Retrievers de pelo liso se criaron por primera vez a mediados del siglo XIX en el Reino Unido. Fueron criados como perros de caza para recuperar aves acuáticas.
Existen varias teorías sobre el origen de nuestros perros, pero a la luz de resultados recientes basados en técnicas modernas de marcadores genéticos de ADN, compartimos nuestra vida con lobos ligeramente modificados (Vilà, 1997; Morell, 1997). “La primera transformación de lobo a perro pudo haber ocurrido hace más de 100.000 años, mucho antes de la fecha de 14.000 años que los arqueólogos suelen asignar a la domesticación de los perros” (Morell, 1997)
Los perros y los lobos presentan una similitud genética del 99,8%. Es posible que se hayan implicado diferentes tipos de lobos en los orígenes de los perros, aunque aún no se conocen (Wayne, 2007; Boyko, 2010). Las principales diferencias entre lobos y perros provienen de la convivencia del perro con los humanos y su selección lógica. Tradicionalmente, se dice que los humanos y los perros han coexistido durante 10.000-15.000 años, pero las teorías más recientes confirman una relación mucho más antigua que pudo haber comenzado hace 40.000 años.
Los perros no fueron domesticados por la fuerza. Se estableció un acuerdo mutuo: los cánidos antiguos ayudaban a los humanos a cuidar sus asentamientos y los humanos ofrecían protección y fácil acceso a los alimentos. En el caso de los Samoyedos, es más que obvio que pertenecen a las primeras razas que descienden directamente de los lobos sin ninguna interferencia de otras razas de perros debido a su aparición en lugares remotos de Siberia hace miles de años. Los Retrievers de pelo liso podrían haber aparecido a principios del siglo XIX en el Reino Unido cuando el Imperio Británico estaba en su apogeo y había una clase alta que cazaba por placer.
El origen de los gatos
En cuanto a los gatos, los gatos domésticos actuales proceden del gato salvaje africano (Felix libica). La Asociación de Criadores de Gatos reconoce actualmente en su web 45 razas con pedigrí, así como lo que denominan gatos de compañía sin pedigrí.
A diferencia de los perros, “los gatos muestran menos variación en el tamaño corporal y la forma del cráneo que la existente entre los perros, lo que sugiere que existe una genética más uniforme” (Hudson y Hamilton, 2010). Esta uniformidad genética se muestra en la Imagen 2

Imagen A

Imagen B
Imagen 2: Las imágenes A y B muestran gatos de compañía sin pedigrí. Estos gatos comparten las mismas características físicas. La principal diferencia entre los gatos de la Imagen A y B es el color del pelo.
El antepasado salvaje felino habría sido un pequeño felino de hábitos solitarios y muy territorial; este antepasado habría estado adaptado a un clima semiárido con acceso a enormes territorios de caza. La domesticación de gatos podría haberse desarrollado durante el Neolítico, hace 9500 años en el delta del Nilo y Mesopotamia (Hudson y Hamilton, 2010). El Neolítico coincide con la transformación humana de cazador a recolector. En otras palabras, los humanos se convierten en ganaderos y agricultores y comienzan a abastecerse de grano con la posterior aparición de roedores. Los felinos salvajes más tolerantes encontraron un nuevo nicho ecológico cercano a los humanos que les brindaba protección y presas. Con el paso del tiempo, estos gatos se reprodujeron y dieron origen a los gatos domésticos en todo el mundo.
En resumen, gatos, perros y humanos acordaron compartir su vida para obtener un beneficio mutuo, pero es innegable que viendo el origen de los perros y los gatos, en la actualidad, se ha convertido en algo más.
María-Jesús Zurbano González
Doctora en Biología por la Universidad de Barcelona (Programa de Biopatología en Medicina).
Asesora científica y nutricional de Guau&Cat.
Contacto: aryadolca@gmail.com

0 comentarios