Hoy en día, es un hecho que la gente está cada vez más interesada en educar a sus peludos. Y muchos hemos tenido que pasar por un educador que nos enseñe a hacerlo mejor, bien porque no sabíamos o porque necesitábamos ayuda. ¡Es súper normal! ¿Quién no necesita conocimientos para poder educar a un peludo o conocerlo mejor?
Por eso, hoy os traemos una entrevista muy interesante con Ingrid Ramón, una educadora canina especializada en perros de asistencia y detección. Hemos podido mantener una charla sobre quién es, qué hace y qué piensa de la vida perruna.
Índice de Contenidos
- 1 ¿Quién es Ingrid Ramón? ¿Cómo presentarte a alguien, para los que no te conocen?
- 2 ¿Cómo surgió tu profesión? ¿Cómo descubriste que querías dedicarte a esto?
- 3 Ser perro de asistencia, detectar el cáncer… ¿Cómo? ¿Cómo se enseña algo así?
- 4 ¿Qué ves en un perro o qué buscas para saber que sería un buen candidato para realizar los «trabajos» de asistencia o detección?
- 5 Hay quien cree que este tipo de perros viven solo para estos «trabajos» y nada más. ¿Qué piensas de ello? Cuéntanos cómo es su día a día normal.
- 6 Realizas varios cursos en grupo que tienen que ver con la educación canina, el comportamiento del perro, etcétera. ¿Cuáles te gustan más o crees que son importantes para quien tiene perro?
- 7 Ahora mismo en casa tienes a Ria, una Rottweiler. La nueva ley quiere retirar el listado de Perros Potencialmente Peligrosos. ¿Cómo es tener a Ría? ¿Cómo fue educarla? ¡Porque vemos a una perra muy buena y tranquila!
- 8 Y por último, ¿cuál es la fórmula para tener a un perro feliz?
¿Quién es Ingrid Ramón? ¿Cómo presentarte a alguien, para los que no te conocen?
Soy experta en el comportamiento de perros. Esta titulación es oficial en Estados Unidos e Inglaterra, y se conoce como Dog Behaviorist. A pesar de que en nuestro país no lo es, engloba la parte teórica, científica, de investigación, y también la parte práctica.
Yo siempre me defino, de todas maneras, como educadora canina especializada en perros de asistencia y detección. Llevo veintiún años en este mundo, y puedo hacer desde un adiestramiento básico, hasta uno para detectar el cáncer.
¿Cómo surgió tu profesión? ¿Cómo descubriste que querías dedicarte a esto?
Decidí irme a vivir a Inglaterra tras estudiar fotografía. Me fui con intenciones de aprender inglés, y además vi que el mundo del perro allí era muy diferente a lo que conocemos aquí. Me gustan desde siempre, y una cosa me llevó a la otra. Empecé a trabajar en protectoras, me formé ¡y acabé descubriendo que era mi pasión!

Foto de Rac1
Ser perro de asistencia, detectar el cáncer… ¿Cómo? ¿Cómo se enseña algo así?
La metodología que sigo es la que creé junto a una compañera en Inglaterra, que es el sistema sin errores. Impedimos que haga lo que no queremos que haga, y siempre basándonos en el refuerzo positivo con cero castigos.
Además, nuestro objetivo es que sea divertido para el perro y como digo, nunca empleamos el castigo. Esto es lo más importante, que realizar esos comportamientos sea gratificante para ellos. Y esta es la diferencia entre enseñar y castigar. Cuando castigas, el perro no aprende nada, solo conseguimos reprimir el comportamiento. Pero en el fondo no ha entendido el motivo, y al final te tiene miedo a ti.
Además, cabe recordar y destacar que estos perros, a los que se les castiga, son bombas de relojería. Nos tienen miedo, todo es estresante… y esto puede acabar convirtiéndose en problemas de comportamiento hacia nosotros o mayoritariamente hacia otras personas o perros.
¿Qué ves en un perro o qué buscas para saber que sería un buen candidato para realizar los «trabajos» de asistencia o detección?
Lo que busco en un perro de asistencia por ejemplo, es que tenga mucha inclinación hacia el ser humano, que prefiera saludarte a ti que jugar con otros perros, pero que a la vez sea sociable. Es importante que no sea miedoso ni agresivo, que sea inteligente, que entienda el intercambio, que le guste hacer cosas, la comida, el juego…
Hay quien cree que este tipo de perros viven solo para estos «trabajos» y nada más. ¿Qué piensas de ello? Cuéntanos cómo es su día a día normal.
Para nada, eso no es así. Los perros que nosotros tenemos de asistencia, en muchos casos son perros adoptados. Son perros con un alto nivel de energía e inteligentes, que siempre quieren estar haciendo cosas. De todas maneras, no están siempre realizando esos comportamientos, tienen sus momentos de descanso también y se siguen comportando como perros. Las personas que cuidan de estos perros, crean unos lazos con ellos súper fuertes porque en muchos casos su vida depende de ellos y eso hace que se creen vínculos increíbles.
Además, no nos gusta mucho llamarlo trabajo porque para ellos es un juego. Hacen cosas que les gustan, cogen objetos, te los dan, olfatean… Y todos los comportamientos son premiados. Nunca escogemos un perro al que no le guste hacer cosas que nosotros queremos que hagan.
Realizas varios cursos en grupo que tienen que ver con la educación canina, el comportamiento del perro, etcétera. ¿Cuáles te gustan más o crees que son importantes para quien tiene perro?
Creo que uno de los que debería hacer todo el mundo es el de comunicación canina. Imagínate encontrar pareja en otro país pero no entenderos al hablar porque no tenéis un idioma común. Pues es lo mismo. Necesitamos entender a nuestro perro, aprender a conocerlo. Añadiría el de una obediencia básica, y también el de primeros auxilios y nutrición.
Ahora mismo en casa tienes a Ria, una Rottweiler. La nueva ley quiere retirar el listado de Perros Potencialmente Peligrosos. ¿Cómo es tener a Ría? ¿Cómo fue educarla? ¡Porque vemos a una perra muy buena y tranquila!
Potencialmente peligrosos lo son todos. Influencia mucho realmente cómo lo eduques… O mejor dicho, si los castigas o no. Aquí es donde se reduce todo, en qué haces con el perro y cómo decides educarlo. Es importante formarse y pedir ayuda cuando sea necesario.
En Inglaterra, la gente me pedía reservas para las clases de cachorros antes incluso de tenerlos. Aquí, por ejemplo, llenar una clase de cachorros es muy difícil. Deberíamos educar desde el primer día y sin castigos.
Y por último, ¿cuál es la fórmula para tener a un perro feliz?
Pues creo que aprendiendo su idioma, para saber comunicarte bien con él. Y eso quiere decir saber respetar sus tiempos, su desarrollo, sus características como perro. No hay que olvidar que no son niños, siguen siendo animales de otra especie. ¡Hacen agujeros, muerden e investigan!
Cuanto antes empiezas a querer entenderlo y comunicarte con él, ¡mejor! Siempre tendremos que tener en cuenta que vivimos en un mundo creado por el humano, y hay que tomar ciertas medidas para educarlos. Pero aun así hay que entenderlo y respetarlo como el animal que es.
Sobre todo, hay que evitar los castigos y métodos estresantes. Porque el perro no aprende nada, tan solo nos cogerá miedo. Y así solo empezaremos a ver comportamientos estresantes en él, que pueden derivar en muchas patologías que no son solo de comportamiento.
Educarlos no es decirles que no a todo o gritar. Un buen educador sabrá entender a los perros, conocerá su idioma y te lo enseñará para que exista esta comunicación entre el perro y tú.
Ingrid imparte clases para cachorros, clases de obediencia, cursos de formación y muchos otros que son interesantes y muy educativos.
No solo para entender a nuestros peludos, sino también para educarlos de forma divertida para ti y para ellos.
Si quieres saber más sobre ella, puedes encontrarla en su página web www.argusdogs.com
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