Muchos son los casos de abandono (sobre todo en el caso de los gatos) a la hora de traer un hijo o hija al mundo. ¿Os sorprende? Pues es algo mucho más habitual de lo que podáis imaginar. Parece que tener hijos te va a quitar todo el tiempo del mundo, como para poder seguir dándole una vida digna a un hijo peludo, pero os podemos asegurar que no es así. Y no solo eso, sino que la convivencia entre perros, gatos y niños es tan buena como importante y en miles de ocasiones, necesaria.
Para hablar de esto tenemos que remontarnos a la socialización. Tanto perros como gatos, deben experimentar con todo tipo de momentos a lo largo de sus primeros tres meses de vida. Incluso, si nos apuramos, hasta que sean adultos. Y eso es nada más y nada menos que para acostumbrarlos a todo tipo de situaciones en las que se puedan encontrar. Una de estas situaciones es habituarse a los niños e incluso si es posible, con bebés. Porque nunca se sabe cuándo podrá haber alguno en casa, ¿verdad?
Hay veces en que incluso no habiendo estado en contacto con niños, puede resultarles algo sencillo y agradable cuando sean adultos. Pero como es algo incierto que nunca puede ser seguro sin que se haya experimentado, lo ideal es poder enseñarles a tiempo.
Es muy importante que tengamos claras las rutinas de nuestros peludos. Traer un niño al mundo no significa que ahora podamos realizar todos los cambios que nos apetezcan en el día a día de nuestros peludos, como si no importaran sus reacciones o las consecuencias que eso pueda conllevar en cuanto a su comportamiento. Si van a tener que cambiar ciertas rutinas, es importante habituarlos desde antes de que aparezca este nuevo miembro a la familia. Poco a poco y con calma, para que pueda estar preparado. Y sobre todo, es indispensable recordar que nuestros peludos, merecen tener su rato de atención para jugar como lo era habitualmente. Quitarles eso de repente puede suponer un problema de ansiedad que hay que evitar.
Respecto a los paseos con los perros, es muy importante que, si sabemos que no podremos dedicar el mismo tiempo que antes a estos, se vayan empezando a reducir poco a poco, antes de la llegada del bebé. Esto también forma parte de la nueva rutina y de los cambios que deberemos realizar poco a poco para que sea más llevadero, fácil y rutinario para nuestro peludo.
La presentación es un momento muy importante, el cual marcará un antes y un después en la relación que podrá haber entre nuestro peludo y el bebé. Es muy importante que previamente hayamos enseñado a nuestro peludo (sobre todo en el caso de los perros) a estar tranquilos. Si ya conocen esta orden, ¡felicidades! La presentación probablemente será mucho más sencilla. Si no es así, deberíais empezar a buscar su nueva rutina de relajación, para el momento en que toque presentarlos.
En este artículo os dejamos algunos Consejos para presentar un bebé a un perro
Si debes realizar cambios en casa (montar una habitación nueva para el bebé, cambiar distribución de muebles, etc), es necesario que vayas realizando los cambios progresivamente (sobre todo en el caso de tener gatos, los cuales son más propensos a estresarse con los cambios). También sería interesante dejarlos estar presentes cuando se esté montando la habitación. Eso les va a permitir explorar una nueva sala que habrá en el hogar, y conocerla.
No debéis asustaros con el tema de la higiene. Mucha gente tiende a obsesionarse con esto con la llegada de un nuevo miembro a la familia. Por norma general, es importante que nuestros peludos estén limpios, desparasitados y siempre bien guapos. Es algo que no debe aumentarse excesivamente con este cambio en vuestras vidas.
¿Sabías que mucha gente finge la llegada del bebé varias veces a la semana para habituar a su peludo, y corregir los comportamientos que no sean adecuados, para que el día que sea de verdad sea lo mejor posible? Es algo muy entretenido, pues se trata de crear una especie de obra teatral (para entendernos) que puede ayudar a nuestro peludo a habituarse a la situación con curiosidad y tranquilidad.
Al igual que debemos enseñar a nuestros peludos varias cosas para la convivencia con bebés, ocurrirá lo mismo con niños que no sean tan pequeños. Pero también habrá que tener en cuenta que los niños también deberán ser educados para el buen trato a nuestros peludos.
Es importante que tanto de un lado como del otro, enseñemos la importancia del respeto entre los dos, que enseñemos la importancia de querer, cuidar y nunca enfadarse el uno con el otro. Eso permitirá tener no solo una convivencia agradable entre ellos, sino también la posibilidad de crear un gran vínculo entre ellos que irá creciendo con el tiempo y que se volverá indispensable.
¿Has vivido esta situación? ¿Entrando a un bebé en casa o a un peludo teniendo ya niños? Nos encantaría contar con tu experiencia y todos aquellos consejos que creas que puedan ayudar a otros papis perrunos.
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