La procesionaria y los perros

Con la llegada de la primavera y el buen tiempo aparece uno de los mayores peligros para nuestros queridos compañeros de cuatro patas: la procesionaria. En este artículo te explicaremos todo lo que debes saber sobre la procesionaria y los perros o gatos.
Esta es un tipo de oruga, y una de las plagas más importantes de los pinos mediterráneos. El nombre se debe a su forma característica de pasar de los árboles al suelo durante su fase migratoria.
Además de dañar los árboles, la procesionaria del pino puede causar problemas de salud a humanos y animales ya que tiene unos pelos urticantes que provocan reacciones alérgicas. El resultado más frecuente en animales son hinchazones en el área de la boca, y en los casos más graves, pueden perder parte de la lengua y los labios, o incluso sufrir asfixia.
Índice de Contenidos
Ciclo de vida de la procesionaria del pino
Debemos conocer un poco el ciclo de vida de este insecto para no arriesgarnos al contacto con la oruga.
Al final del verano, las polillas adultas se aparean y las hembras ponen huevos en las hojas de los árboles. Las orugas nacen de los huevos 4 semanas después. Las etapas más características por las que atraviesan son: la construcción de nidos -para pasar el invierno- y la migración desde las copas de los árboles en primavera para formar la crisálida bajo tierra. En el verano, las polillas salen de la crisálida y el ciclo biológico comienza de nuevo cuando llegan a la edad adulta.
El contacto con la procesionaria del pino es más peligroso durante los períodos de migración:
- A finales de otoño (cuando construyen los nidos)
- Al comienzo de la primavera (cuando el aumento de las temperaturas estimula a las orugas a pasar del árbol al suelo)
El riesgo también es alto cuando los nidos se manipulan para ser retirados, principalmente en invierno.

Peligros de la procesionaria
- Son extremadamente venenosas.
- Producen urticarias y alergias.
- Las orugas tienen miles de pelillos que sueltan “histamina” al sentirse amenazadas.
Síntomas
Si tu perrito ha estado en contacto con procesionarias, verás que:
- El animal parece nervioso e intenta rascarse desesperadamente, agitando la cabeza o restregándola por el suelo
- Jadean del dolor
- Sus labios, boca y lengua están hinchados.
- Si ha estado en contacto con el interior de la boca, salivan más de lo normal y tragan demasiado rápido
- No pueden cerrar la boca y presentan dificultades para respirar
Estos síntomas pueden deberse a otras razones, como las intoxicaciones de algunas plantas. Por eso, es mejor visitar a un veterinario. Ellos determinarán la causa exacta y prescribirán el tratamiento adecuado.
Los efectos más habituales de la procesionaria del pino en los animales son:
- Inflamación de la boca, lengua y labios. Tales reacciones ocurren cuando el animal lame o manipula a la oruga con la boca. Éstas son las aflicciones más frecuentes y las que causan más problemas.
Además de la hinchazón, podría producirse la muerte de tejido en las áreas afectadas. El animal puede perder parte de la lengua o los labios.
Si tu mascota se traga una procesionaria del pino, las consecuencias pueden ser aún peores: en algunos casos puede provocar inflamación de la laringe. Eso comprometería la respiración y posiblemente conduciría a la muerte.
- Inflamación de los párpados y úlceras en la córnea, cuando los pelos urticantes de la oruga son arrastrados desde los nidos por el viento.
- Inflamación de la cavidad nasal, cuando el animal olfatea la oruga – o las manchas donde hay nidos – y los pelos del insecto se meten dentro de la nariz.
Pronóstico
El pronóstico varía según el área afectada, la extensión del daño y la puntualidad del tratamiento. Por tanto, si sospechas que tu peludo ha estado en contacto con orugas procesionarias, nuestro consejo es llevarlo inmediatamente a un centro veterinario. Evaluarán la gravedad de las lesiones y prescribirán el tratamiento más adecuado.
Prevención
Es fundamental tener bajo control las zonas donde pasan tiempo nuestros perros o gatos durante el otoño y la primavera. Prevenir por cualquier medio el contacto de las procesionaria y los perros, ya sea avisando las autoridades locales (en Barcelona puedes hacerlo desde este link) para su eliminación o evitando las zonas donde viven.
Qué hago si mi perro entra en contacto con la procesionaria
- Lava la zona afectada con agua caliente sin frotar (el agua caliente inhibe la toxina)
- Corre a un veterinario
- Alerta a las autoridades locales de la presencia de procesionaria en la zona
La oruga procesionaria es un peligro potencial para los perros, así que vigilad en vuestras salidas, como dice el refrán, más vale prevenir que curar
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