Muchos somos los que disfrutamos de un día soleado junto a nuestros peludos en la playa, en la piscina, en lagos o lugares donde tanto nosotros como ellos, disfrutamos del buen tiempo en el agua. Pero claro, ¿qué pasa cuándo nos vamos y llegamos a casa llenos de sal del agua del mar o de barro?
Pues aquí os traemos los trucos más necesarios e importantes para que vuestros peludos estén bien limpios después de un grandioso día en familia.
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¿Qué cosas tenemos que tener en cuenta si vamos a la playa?
No todos los peludos disfrutan del agua. De hecho, a muchos les da mucho reparo entrar en ella. Pero tanto si nuestro peludo disfruta el agua como si no, acaban llenos de arena y sal. Es muy importante que tengamos en cuenta lo siguiente para poder ayudarlos a mantenerse bien limpios.
Nunca debemos bañarlos con jabón cuando volvemos de la playa. Eso puede producir rozaduras en su piel con la arena y ser muy molesto para ellos. Lo más importante es darles un buen baño de agua dulce, para quitar toda la arena y la sal del agua de mar.
Cuando estemos seguros de que ese paso ya lo hemos cumplido, es el momento de proceder a bañarlos con jabón. Además, es muy importante asegurarnos de que no les queda arena ni en los ojos ni en los oídos. Se pueden usar limpiadores fisiológicos para los oídos y sueros para los ojos. Con cuidado siempre, claro.
El sol para los peludos en pleno verano no es el mejor acompañante. Por eso es muy importante que, si vamos a lugares muy soleados, tengamos sombras cerca (ya sea con sombrilla o porque hay zonas de sombra) con la finalidad de evitar golpes de calor. Es mejor evitar las horas de máxima insolación entre las 12:00 y las 16:00. Su pelaje siempre es un buen aislante, pero en las zonas sin pelo como el hocico y las almohadillas usar un protector solar no tóxico en cantidades pequeñas puede ser positivo
No olvidemos nunca, que su hidratación es vital, por lo que deberemos tener agua suficiente para que pueda beber cuando quiera, y si además podemos tenerla fresquita… ¡Lo agradecerán!
¿El agua es amiga de nuestros peludos? ¡Cuidado!
Cuando hablamos de ir a la playa es muy importante hacerlo a lugares donde el oleaje no sea excesivo. Es crucial evitar zonas donde haya corrientes y, sobre todo, evitar que sean baños largos. Pueden jugar y nadar, pero tenemos que tener cuidado pues es fácil cansarse al nadar y por ello es importante que sean baños cortos con varios descansos para que la experiencia sea lo más beneficiosa y positiva posible. Hay que tener también en cuenta que los baños largos pueden agrietar y dañar sus almohadillas.
También es muy importante, sobre todo en perros de pelo largo, que no se queden mojados durante largos períodos de tiempo, ya que la humedad persistente puede provocar la aparición de hongos e incluso dermatitis e infecciones.
El calor y sus patas…
Esto es algo que habremos notado todos alguna vez. Sabemos lo que el calor que puede llegar a hacer en verano. Y cuando paseamos a nuestros peludos por la calle a pleno sol, sabemos lo horrible que es tener a éste sobre nuestros cuerpos. Aunque los perros tienen un buen aislante en su pelaje, sus patas no están protegidas contra el calor que les da el suelo asfaltado.
Por ello es muy importante que, si se sale a pasear en horas de máxima insolación, se pasee por las zonas donde haya sombra o hierba. Sus patas están expuestas a todo aquello peligroso que hay en el suelo y el calor es un de esos peligros Un buen truco para saber si sus almohadillas pueden tocar de manera segura el suelo, es colocar el dorso de nuestra mano sobre el asfalto y contar hasta cinco; si no te quemas es seguro para tu peludo.
Cuando volvemos a casa, además de asegurarnos de que sus patas están bien, ¿sabéis que podéis limpiarlas? No es ningún secreto que en casa no debemos fregar el suelo con lejía y luego dejar que nuestros peludos (sean perros o gatos) paseen por encima como si nada. La lejía es muy peligrosa para su piel. Así que debemos evitar fregar en exceso por lo tóxica que puede llegar a ser.
Cuando volvemos del paseo con nuestro perro, no está de más usar toallitas húmedas para limpiar sus patas. En la mayoría de tiendas para animales de compañía ya venden muchas preparadas para nuestros peludos. Pero si tenemos en casa de las que compramos para nosotros, deberemos asegurarnos de que son aptas para ellos. ¿Cómo? En muchas, podemos ver que en las etiquetas nos especifica que son aptas para nuestros peludos. Si no estáis seguros de ello, podéis comprar unas que sean concretamente para ellos. O si queréis una opción más económica y fácil en casa, podéis usar toallitas de papel mojadas con agua tibia. ¡Esto es algo que también os sirve!
Si al volver de un paseo sus patas están muy sucias porque han pasado por barro o no estás seguro de si ha podido estar en contacto con sustancias perjudiciales para él, podéis lavar sus patas sin problema. Es decir, no es necesario un baño general. En este caso sería importante asegurarnos de que lavamos bien entre los dedos. Luego se pueden secar con una toalla limpia para evitar usar el secador.
Si queréis saber más sobre el cuidado de las almohadillas, podéis leer nuestro artículo Cuidados para las almohadillas del perro.
Es muy importante tener en cuenta que, cuando bañamos a nuestros peludos (y sobre todo cuando es verano) debemos dejar que se sequen a temperatura ambiente, y no usar el secador.
Estos pequeños consejos pueden ayudarnos a mantener a nuestros peludos lo más protegidos posibles de heridas, infecciones o toxicidades del entorno. No olvides que cada peludo es un mundo y cada pelaje requiere de mayor o menor cuidado.
¿Os gustaría que habláramos del cuidado del pelaje de nuestros peludos? ¡Pues atentos! Próximamente os contaremos como hacerlo.
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